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El Olympiakos del entrenador español José Miguel González, Míchel, dio el golpe de la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones y ganó 2-0 al Manchester United, que sobrevive en un estado de coma del que deberá despertar con una difícil remontada en Old Trafford.

Los primeros 45 minutos transcurrieron con el Olympiakos fuerte y eficiente en sus escasos acercamientos ante un rival perdido. Así concluyó el primer acto, casi menos desastroso para los ingleses que el segundo, en el que los griegos sellaron un marcador muy interesante para sus futuros intereses.

Míchel arriesgó en la reanudación y durante quince minutos Olympiakos adelantó sus líneas para ir a por el segundo tanto. La teoría se llevó a la práctica y el costarricense Joel Campbell marcó un golazo desde fuera del área tras deshacerse de Michael Carrick con un espectacular túnel.

Esa acción simbolizó la actuación del Manchester. La jugada que más rabia puede dar a un jugador retrató los noventa minutos de los hombres de David Moyes. Ese balón que pasó entre las piernas de Carrick y que luego besó la red de la portería que defendió David De Gea, fotografío la desesperación inglesa.

Con media hora por delante, el Olympiakos supo aguantar el resultado y sólo tuvo que sufrir un sobresalto que puede valer una eliminatoria. A Míchel casi le dio un ataque cuando a nueve minutos del final el holandés Robin Van Persie mandó a las nubes un disparo desde el punto de penalti.

Su fallo devolvió a Míchel la sonrisa que lució durante casi todo el partido y que sólo perdió durante tres segundos de incertidumbre. Su Olympiakos al final triunfó y su victoria lucirá en su currículum.

Paseo del Borussia. El Borussia Dortmund dio hoy un repaso al Zenit San Petersburgo (2-4) en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, partido que los alemanes tuvieron de cara desde el principio, al marcar dos goles en los primeros cinco minutos.

El finalista de la pasada edición de la máxima competición continental dominó con insultante superioridad durante la primera parte y sólo se vio inquietado en el segundo tiempo por un equipo ruso que recurrió a la raza para salvar su orgullo.

Mhkitaryan, Marco Reus y dos tantos de Lewandowski acentaron el triunfo alemán. Shátov y Hulk descontaron por el equipo ruso.