Compartir:

La selección de México se proclamó hoy campeona de la decimotercera edición de la Copa Oro de la Concacaf al vencer en la final por 3-1 a la de Jamaica.

El gol de descuento de Jamaica llegó al minuto 80 a través del delantero Darren Mattocks, que había entrado en la segunda parte por Garath McCleary.

México, que superó la fase de cuartos de final ante Costa Rica y las semifinales frente a Panamá sin fútbol convincente pero favorecido por polémicas decisiones arbitrales jugó hoy su mejor partido ante un rival que llegaba por primera vez a la final.

Los hombres del entrenador Miguel Herrera fueron los que más buscaron el gol en la primera parte con Corona, que entró en lugar del sancionado Carlos Vela.

Corona avisó una y otra vez pero el primer gol llegó tras una penetración por la derecha del Paul Aguilar que sirvió el balón a Guardado para anotar con potente zurdazo su sexto gol en el torneo.

La ventaja le dio a México la confianza que no había tenido durante toda la competición.

Apenas dos minutos después de la reanudación México apuntaló la victoria con un tanto de Corona desde fuera del área de Jamaica. Su remate de zurda pasó raso y cruzado, lejos del alcance del portero.

El delirio fue completo para los jugadores mexicanos y los aficionados que llenaron las gradas del Lincoln Financial Stadium, de Filadelfia, que vieron como despejaban el camino hacía el título.

Los Reggae Boyz que dirige el técnico alemán no se vinieron abajo con el gol y siguieron tranquilos en busca de conseguir el gol que les metiese de nuevo en el partido porque había tiempo.

Pero su buen toque de balón, orden y disciplina no fue suficiente a la hora de superar a la una defensa mexicana que esta vez si estuvo segura y el portero Guillermo Ochoa respondió en los balones que le llegaron con cierto peligro generado por acciones de Giles Barnes y Joel McAnuff.

Cuando mejor estaban jugando los jamaiquinos llegó la puntilla de México. De nuevo precedido de un falló defensivo, que en un centro de Aguilar no despejó el balón, al contrario, se lo dejó a los pies de Peralta en el punto de penalti desde donde fusiló a Thompson.

Todo estaba ya a favor de México, el marcador, la suerte, el control, y aunque Jamaica luchó lo máximo que pudo conseguir fue el gol de Mattock en un remate potente desde dentro del área.

Un premio demasiado corto para el fútbol que durante todo el torneo habían hecho los Reggae Boyz, mientras que México que se reencontró con su mejor rendimiento al final logró un título que estará siempre marcado por un asterisco.