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'Persona victoriosa', eso significa el nombre de origen griego Esteban, que para el caso del ciclista colombiano va unido a dos apellidos, Chaves Rubio, una estrella en ascenso en el firmamento del ciclismo mundial y superviviente del destino que hoy alcanzó el segundo lugar en el Giro de Italia.

El camino recorrido por Chaves, líder del Orica, nacido el 17 de enero de 1990 en Bogotá, no ha sido fácil pues un grave accidente sufrido hace tres años estuvo a punto no solo de alejarle de la competición, sino de dejarle con un impedimento físico.

Johan Esteban Chaves ha luchado hasta el final por ser el segundo colombiano -el primero fue Nairo Quintana en 2014- en subir a lo más alto del podio como campeón del Giro de Italia y consiguió un segundo lugar muy meritorio para un ciclista que corre sin el apoyo de un equipo fuerte como los de sus rivales.

El 'escarabajo' de 1,64 metros y 55 kilos templó su carácter y capacidad de sufrimiento en las montañas del departamento de Cundinamarca, las mismas en las que se entrenaba en su época Lucho Herrera, ganador en 1987 de la Vuelta a España.

Chaves estuvo divorciado del ciclismo por algún tiempo pues a los siete años, cuando practicaba el ciclocross, sufrió una fuerte caída que le dejó numerosos raspones en el cuerpo y la cara.

En ese momento decidió cambiar de deporte y se dedicó a la natación y al atletismo, modalidades en las que obtuvo varias victorias pero que acabaría abandonando para volver a la bicicleta.

Antes de saborear las mieles del triunfo, Chaves tuvo que pagar una cuota alta de sacrificio. Fue en 2010, cuando formó parte del poderoso equipo que llevó Colombia al Tour del Porvenir, en el que estaban, entre otros, Darwin Atapuma, Jarlinson Pantano y Nairo Quintana, a la postre campeón de esa carrera.

'Chavito' era el líder de la montaña cuando sufrió una caída y, aunque siguió en carrera, al día siguiente no le dejaron partir porque tenía problemas en una vértebra.

Al año siguiente regresó al Tour del Porvenir, lo ganó y su nombre comenzó a tomar fuerza.

Sin embargo, el 16 de febrero de 2013, en una etapa del Trofeo Laigueglia, en Italia, cuando corría en el equipo Colombia es Pasión, perdió el control en un descenso y se golpeó con una señal de tráfico.

La caída le ocasionó un traumatismo craneoencefálico, fractura de la clavícula y del yunque derecho, contusión pulmonar, fractura malar y del esfenoides derecho. Como el mismo dice, quedó 'medio muerto'.

A fuerza de voluntad fue mejorando, pero su brazo derecho quedó sin movilidad pues, según los especialistas, tenía nervios destrozados, lo que significaba que no podía volver a montar en bicicleta, al menos en la alta competición.

A su regreso a Colombia fue sometido a una cirugía que duró 15 horas y después de meses de espera, terapias, noches de llanto y duras jornadas para aprender a utilizar la mano izquierda para comer, escribir y peinarse, entre otras cosas, la vida le volvió a premiar.

Su brazo derecho comenzó a recuperar sensibilidad y el equipo australiano Orica GreenEdge creyó en él y le ofreció un contrato, incluso en momentos en que todavía estaba recuperándose, por lo que tuvo que probar que todavía podía montar en bicicleta.

En 2014, Chaves ya formaba parte del pelotón mundial y ganó una etapa en el Tour de California (EE.UU.).

El año siguiente fue líder de la Vuelta a España durante varios días, ganó dos etapas y fue quinto en la general. Además, se impuso en el Tour de Abu Dhabi, carrera en la que ganó una etapa.

Su equipo le trazó entonces un camino que le indicaba que este año su principal carrera iba a ser el Giro de Italia, en el que en 2015 ocupó la posición 55.

Con el segundo puesto de hoy en la general del Giro, el ciclista de Bogotá, un superviviente, entra en el grupo de figuras del pelotón internacional.