Compartir:

La tenista rusa Maria Sharapova ha presentado ante el TAS una apelación contra la sanción de dos años impuesta por la Federación Internacional de Tenis (ITF) por el positivo en un control que le fue efectuado el pasado 26 de enero, durante la disputa del Abierto de Australia.

Según informa el TAS en un comunicado, Sharapova ha presentado ya la petición de que se anule la sanción o, como alternativa, que se reduzca.

Las partes han acordado un procedimiento abreviado que permitirá que el TAS tome una decisión, a más tardar, el próximo 18 de julio.

Aún no se ha decidido si se producirá una audiencia, como en otros casos, y a petición de las partes, el TAS indica que el procedimiento de arbitraje será confidencial y el tribunal no hará más comentarios sobre este asunto hasta anunciar la decisión.

Un tribunal independiente consideró que Maria Sharapova incurrió en una violación del código antidopaje y, en consecuencia, la ITF invalidó los resultados obtenidos por la tenista rusa desde el 26 de enero de 2016, fecha en que comienza la suspensión de dos años, según confirmó la ITF.

En el comunicado facilitado por el organismo que rige el tenis mundial se indica que en el análisis de la muestra de orina recogida después de su partido de cuartos de final del Abierto de Australia, realizado en un laboratorio acreditado por la WADA en Montreal (Canadá), fue hallado Meldonium, un 'modulador metabólico' que se fabrica en Letonia y que incrementa el rendimiento físico y mental.

Desde el 1 de enero de 2016 figura en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y el Programa Antidopaje del Tenis.

Fue la propia jugadora de Niagan, ganadora de cinco títulos del Grand Slam, quien el pasado 7 de marzo adelantó en una rueda de prensa celebrada en Los Ángeles (Estados Unidos) el positivo que le había sido comunicado por carta el día 2 de ese mismo mes. Entonces aseguró que consumía Meldonium 'desde hacía diez años' y que desconocía su reciente prohibición.

Sharapova aseguró en su momento que tomó Meldonium durante diez años para tratar una serie de problemas de salud como gripes recurrentes o electrocardiogramas irregulares. Además, se hizo pruebas de la diabetes, una enfermedad que afecta a su familia.

La tenista insistió en que no sabía que desde el 1 de enero ese medicamento había sido prohibido por la WADA, pero asumió lo que se le venía encima: 'Sé que tengo que afrontar las consecuencias'.