Chris Froome (Sky) mantuvo el maillot amarillo después de un final de auténtica locura en la jornada del Mont Ventoux, donde la multitud y el choque del australiano Richi Porte contra una moto hizo que el británico, que sufrió la rotura de la bicicleta, corriera a pie hacia la meta.
Una situación insólita, inédita, que se produjo a 2,5 kilómetros de meta, cuando Froome, junto al holandés Mollema y Porte marchaban por delante del grupo de Nairo Quintana. El colombiano en principio se vio beneficiado por el infortunio del británico, quien tuvo que subirse a una bici de asistencia antes de que su equipo le proporcionara una idónea para llegar a meta.
Los jueces de carrera atendieron la reclamación del Sky y finalmente le dieron a Froome el mismo tiempo que a Bauke Mollema, es decir, a 5.05 del ganador. Quintana había entrado a 5.24. Mientras el jurado deliberaba, el inglés Adam Yates se convertía en nuevo líder provisional, pero enseguida Froome volvió al podio para enfundarse el maillot amarillo.
Hasta el momento del incidente, Movistar había tratado de atacar en las pendientes del Mont Ventoux, primero con Alejandro Valverde y después con el propio Quintana, quien en dos ocasiones trató de sorprender a Froome. Intento baldío, pues los hombres del líder, acompañado de Sergio Henao y Wouter Poels, redujeron los ánimos al colombiano.
Finalmente llegó el momento de Froome a 3,5 de meta, cuando arrancó el ‘molinillo’ para despegarse de Quintana. El primer latigazo lo resistió el líder de Movistar, pero no el segundo. Froome se marchó con Porte y Mollema camino del Chalet Reynard, meta instalada a 6 kilómetros de la cumbre habitual. Y pasó lo que no debería pasar nunca. Algo para el debate. Y para tomar medidas.