El presidente ruso, Vladímir Putin, denunció este lunes la politización del deporte y alertó sobre el retorno a la época de los boicots de los Juegos Olímpicos (Moscú 80 y Los Ángeles 84) tras la publicación de un informe que acusa a Rusia de dopaje de Estado.
'El movimiento olímpico, que juega un gran papel unificador para la humanidad, se encuentra de nuevo al borde de la división', dijo Putin en un comunicado publicado por el Kremlin.
Putin recordó que en 1980 los países occidentales encabezados por EEUU se escudaron en la invasión soviética de Afganistán para boicotear los Juegos de Moscú, tras lo que la URSS decidió responder con la misma moneda en 1984.
'Por ello, muchos atletas soviéticos, estadounidenses y de otros países se vieron arrastrados a una campaña de boicot mutuo. En resumen, a la gente le destrozaron la vida y la convirtieron en rehén del antagonismo político', dijo.
Entonces, recordó, 'el movimiento olímpico se topó con una grave crisis y acabó dividido. Más tarde algunos políticos de ambos bandos admitieron que aquello fue un error'.
'Ahora, vivimos una revisión de esa injerencia de los políticos en el deporte. Sí, la forma de esa interferencia ha cambiado, pero la esencia es la misma: convertir el deporte en instrumento de presión geopolítica y para formar una imagen negativa de países y pueblos', denunció.
Con respecto a los escándalos de dopaje en el deporte ruso, Putin criticó que se intente castigar a todos los deportistas de un país por la existencia de casos de dopaje, cuando estos están sometidos a 'tremendamente estrictos controles antidopaje'.
'En el último medio año por recomendación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) los deportistas rusos han sido sometidos a pruebas antidopaje bajo el control de la agencia antidopaje británica y los laboratorios extranjeros', recordó
Putin descalificó el informe divulgado hoy por encargo de la AMA por el abogado canadiense, Richard McLaren, aduciendo que se basa en la declaración de un solo hombre, el antiguo director del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Ródchenkov.
Recordó que Ródchenkov es una persona de dudosa reputación, como lo demuestra el hecho de que en 2012 se incoó contra él un caso penal por violación de la legislación antidopaje.
Criticó a la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) por pedir la exclusión de Rusia de los Juegos de Río de Janeiro dos días antes de la publicación del informe hoy en Toronto.
'¿Qué hay detrás de tanta prisa? ¿El intento de crear una atmósfera informativa, ejercer presiones? Da la impresión de que los expertos de la USADA tuvieron como mínimo acceso a dicho informe confidencial y puede ser que incluso le dieron el tono y le aportaron contenido', destacó.
En dicho caso, agregó, 'de nuevo la estructura nacional de un país dicta su voluntad a toda la comunidad deportiva mundial'.
A su vez, adelantó que aquellos funcionarios mencionados por el informe McLaren serán apartados provisionalmente hasta que concluya la investigación.
Con todo, Putin subrayó que para tomar una decisión definitiva la AMA 'debe ofrecer una información más objetiva y completa, basada en hechos, para que sea tomada en cuenta por los órganos de seguridad e investigación rusos'.
En su declaración, el jefe del Kremlin promete que esas investigaciones llegarán 'hasta el final', al igual que la adopción de medidas para evitar el dopaje y el cumplimiento de las obligaciones internacionales asumidas por Rusia.
'Siempre hemos expresado claramente nuestra postura: en el deporte no hay lugar para el dopaje', afirmó.
Según el informe McLaren, el Estado ruso promovió un sistema de dopaje en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (2014) con el claro objetivo de encabezar el medallero por delante de EEUU bajo la supervisión del Ministerio de Deportes de Rusia y el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).