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La boxeadora Íngrit Valencia, primera mujer colombiana en obtener una medalla olímpica en este deporte, aseguró que el boxeo de su país resucitó en los Juegos de Río de Janeiro después de 28 años.

En la ciudad brasileña, Valencia obtuvo el bronce mientras que su compatriota Yuberjen Martínez ganó una medalla de plata inédita para el país.

'El boxeo colombiano resucitó porque hace más de 28 años que no daba una medalla olímpica. Pero ya se rompió ese hielo y empezamos bien, porque para Yuberjen y para mí, fueron nuestras primeras olimpiadas', afirmó Valencia en una rueda de prensa en Bogotá, dejando entrever que estarán también en Tokio 2020.

La última vez que el boxeo colombiano había ganado una medalla olímpica fue en Seúl 1988 con Jorge Eliécer Julio. Antes había conseguido el mismo metal con Alfonso Pérez y Clemente Rojas en Múnich 1972.

Valencia además hizo historia en este deporte en el país pues fue la primera colombiana que logró clasificarse a unos Olímpicos y además logró subir al podio.

'Estoy muy contenta por haber hecho historia, por ser la primera mujer boxeadora en una olimpiada y haber estado en el podio, por eso para mí esta medalla es un orgullo y espero que detrás de mí vengan más mujeres que lleguen a una olimpiada y ganen medallas', dijo.

La boxeadora, nacida hace 27 años en el municipio de Morales en el departamento del Cauca, había llegado a los Olímpicos con la motivación de haber sido campeona suramericana y centroamericana y del Caribe.

'Por todo eso se siente un orgullo y una satisfacción muy grande, porque veníamos trabajando duro desde el 2012 para esto; había sido mi sueño, yo había dicho que quería hacer historia en una olimpiada, no fue oro, tampoco fue plata, fue un bronce, pero cada pelea la hice con el corazón para obtener esta medalla', agregó.

Valencia reconoció sin embargo, que el sacrificio para llegar a donde está ha sido muy grande.

'La preparación fue mucho más dura que las peleas, el tener que madrugar tanto, hacer guante con hombres que pegan más fuerte que una mujer, el no querer levantarme de la cama a veces por el maltrato que sentía en mi cuerpo', comentó.

Contó además que el sacrificio más grande y más duro fue dejar cuatro años a su hijo con otras personas para poder entrenarse.

'No poder ver cuando estaba aprendiendo a leer, cuando se le cayeron sus primeros dientes, eso fue un sacrifico que tuve que hacer, pero valió la pena y me siento muy orgullosa y muy contenta con mi medalla', señaló.

Valencia, que se tomará unos días de descanso para dedicarse a su hijo, sabe que el trabajo debe continuar, más aún cuando su objetivo es subir a lo más alto del podio en Tokio a donde espera llegar en cuatro años con 'una buena preparación, disposición, disciplina y decisión'.

'La idea ahora es tener roce internacional', dijo al explicar que a la francesa Sarah Ourahmoune, que la derrotó en semifinales, 'no la conocía en el ring, no sabía quién era', afirmó.

Sobre su opción por el boxeo reconoció que fue 'porque es un deporte en el que no hay que pagar nada, el que quiere lo practica y si tiene cualidades y condiciones para llegar lejos lo puede hacer'.