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El capitán de la selección brasileña en el Mundial de 1970, Carlos Alberto Torres, fue enterrado hoy en Río de Janeiro en medio de una fiesta de homenaje celebrada por cientos de admiradores en el cementerio de Irajá.

El féretro de Carlos Alberto, que falleció el lunes de un infarto a los 72 años, fue trasladado hasta el camposanto en un camión de los bomberos y fue recibido con aplausos.

Los hinchas, algunos vestidos con las camisetas de sus clubes o de la selección brasileña, corearon cánticos para recordar al legendario lateral derecho, entonaron el himno de Brasil en el momento del entierro y una canción de apoyo a la selección brasileña que se popularizó durante el Mundial de 1970.

En el funeral estaba presente otro excapitán de la selección brasileña, Cafú, el exseleccionador Carlos Alberto Parreira y varios dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que cedió su sede para el velatorio y decretó tres días de luto.

Cafú dijo que Carlos Alberto fue una 'referencia' dentro y fuera del campo y afirmó que 'hoy es un día muy triste para el fútbol mundial'.

Los compañeros de Carlos Alberto en la selección, un gran número de futbolistas y autoridades brasileñas manifestaron sus condolencias este lunes por la muerte del exjugador y exentrenador.

Carlos Alberto alcanzó la consagración al anotar el último gol en la goleada por 4-1 sobre Italia en la final del Mundial de 1970, que le dio el tercer título mundial a Brasil.

Jugó en el Santos, al lado de Pelé, durante siete años en dos etapas diferentes y también militó en otros clubes grandes de Brasil como el Flamengo, el Botafogo y el Fluminense y se retiró del fútbol en 1982 en el Cosmos de Nueva York.