Los Cachorros de Chicago no pudieron celebrar en el Wrigley Field la conquista del título de Serie Mundial, pero si lograron la victoria por 3-2 en el quinto partido (domingo)ante los Indios de Cleveland que les mantiene con vida. Hoy, a las 7 p.m., en cancha de los Indios, intentarán emparejar la Serie y forzar el definitivo séptimo juego.
Todo el equipo luchó para no quedar eliminados, pero los que al final decidieron fueron el relevista zurdo cubano Aroldis Chapman, que lanzó una joya de pelota y el tercera base Kris Bryant que puso el bate oportuno y productivo cuando más lo necesitó el equipo.
Gracias a ellos, en especial, los Cachorros no se rindieron y mantienen desafiantes las esperanzas de alcanzar un título de la Serie Mundial después de 108 de espera.
Los buenos equipos lo demuestran cuando están contra la pared y eso fue lo que le sucedió a los Cachorros en el quinto partido de su primera Serie Mundial desde 1945.
El que mejor lo entendió fue Chapman, de 28 años, que sacó ocho outs monumentales que hicieron posible que los Cachorros se mantuviesen a flote y disputen el sexto juego de la serie que se define al mejor de siete.
Chapman, el zurdo que desertó de Cuba en el 2009, cumplió la actuación de relevo más larga de su carrera, y los Cachorros pudieron celebrar su primera victoria en su estadio Wrigley Field por el Clásico de Otoño desde 1945.
'Me preguntaron si podía hacerlo y les dije que sí', declaró Chapman, que no lanzaba a partir del séptimo episodio desde el 2012. 'Me habían dicho que estuviera preparado y tenía enfocado para cualquier cosa. Estos son juegos muy importantes y hay que dejarlo todo'.