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El Villarreal mantuvo la buena racha de los últimos partidos con un triunfo en Anoeta gracias a un gol de Gerard Moreno, a cinco minutos para el final, que supone media permanencia para los castellonenses a costa de una Real que jugó, perdonó y perdió su sexto partido en casa.

El entrenador local Imanol Alguacil aseguró la víspera que con un triunfo ante Villarreal y el domingo ante el Getafe habría opciones de pelear por Europa. La afición no secundó su mensaje, pero su equipo sí pareció creérselo a pesar de presentarse diezmado por las bajas de jugadores vitales.

El Villarreal, por su parte, se movió con soltura sobre el césped de Anoeta, trató de agotar a los locales con una buena presión defensiva para luego intentar aprovechar los huecos y hacer daño a Gero Rulli, eso sí antes le tocó sufrir en dos llegadas culminadas sin acierto por Sangalli y Willian José.

El equipo castellonense guardaba la ropa pero nadaba cómodo también cuando los donostiarras perdían un balón y en una de estas suertes llegó su gran ocasión, en una galopada desde el medio campo de Samu Chukwuece que desbarató, en acrobática parada, Gero Rulli con el corazón de Anoeta encogido.

Willian José, que volvía a Anoeta tras su sanción en el encuentro ante el Eibar hace dos jornadas, lo intentó antes de irse a vestuarios con un cabezazo bien atajado por Andrés Fernández y un disparo lejano que rozó el larguero, mientras Carlos Bacca probó también sin éxito antes del final de una primera mitad con buen juego pero nulo acierto en ambos conjuntos.

Dejó Bacca su puesto a Gerard en el inicio de una segunda parte y llegaron las ocasiones de gol que no se habían producido en el primer período.

La Real siguió dominando y no encontró el gol por muy poco en el minuto 55, tras una bonita combinación de su ataque que culminó con un disparo raso y ajustado al palo Oyarzabal, obligando a Andrés Fernández a realizar su mejor intervención.

Instantes después seria el Villarreal el que fue a por todas sin encontrar premio porque Rulli leyó a la perfección el magnífico remate desde fuera del área del nigeriano Samu Chukwuece.

Los locales jugaban bien pero adolecían de aquello que les ha faltado todos estos meses, convertir en gol sus peligrosos acercamientos, de forma que volvía a presentirse lo que ha ocurrido en tantas jornadas con finales adversos.

La grada juzgaría a Theo Hernández, en una mala temporada cedido por el Real Madrid, al que recibió con pitos al tiempo que premiaba al canterano Le Normand cuando sustituyó a otro lesionado esta temporada, Raúl Navas, para disputar el tramo final ante un Villarreal que esperaba su momento.

Éste llegó casi en el último suspiro en un centro al área de Cazorla al que el eje de la zaga local no dio respuesta para dejar franco el remate de cabeza de Gerard Moreno, que desató con su gol la locura en el banquillo del Villarreal y el enfado en la grada de Anoeta.