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 Boca Juniors, campeón de la Superliga de 2018, y Rosario Central, ganador de la Copa Argentina de ese mismo año, se enfrentarán este jueves con equipos renovados en la Supercopa Argentina.

Esta final se disputa a único partido en un estadio neutral: el Malvinas Argentinas de la provincia de Mendoza.

Ninguno de los dos equipos tienen al entrenador que ganó el título en 2018.

Gustavo Alfaro reemplazó a Guillermo Barros Schelotto, que dejó al Xeneize tras perder la final de la Copa Libertadores ante River Plate.

En Rosario Central, Diego Cocca ocupó el lugar de Paulo Ferrari, quien asumió luego de que los directivos despidieran a Edgardo 'el Patón' Bauza, entrenador campeón de la Copa Argentina de 2018.

Alfaro ganó la Supercopa Argentina en 2012 con Arsenal, y su rival fue, justamente, Boca Juniors, que nunca se quedó con este trofeo.

Los planteles, sobre todo del Xeneize, también sufrieron grandes modificaciones.

Además, el centrocampista uruguayo Nahitán Nández sufrió un golpe este domingo en el triunfo por 1-2 ante Godoy Cruz en la ida de los octavos de final de la Copa de la Superliga y está en duda.

Lo más probable es que su lugar lo ocupe Emanuel Reynoso.

El equipo rosarino, a diferencia de Boca Juniors, que tiene un pie en los octavos de final de la Copa Libertadores, atraviesa un pésimo momento: fue eliminado de la Libertadores, de la Copa Argentina y de la Copa de la Superliga Argentina.

Pese a todo, el entrenador de Rosario Central dijo que 'hay que tener fe'.

'Tenemos mucho respeto por el rival, como siempre, pero estamos pensando en nosotros. El equipo está convencido de lo que va a hacer. No va a ceder el protagonismo', aseguró.

Cocca probó varias alineaciones en los últimos entrenamientos e incluso ensayó con cinco defensores y sin el experimentado centrocampista Néstor Ortigoza.

Entre los jugadores que ganaron la Copa Argentina que no estarán el jueves se destaca el delantero, emblema y goleador Marco Ruben, que fichó por el Atlético Paranaense brasileño.