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Mientras por una parte se siguen suspendiendo pruebas ciclistas y por otra la UCI prepara el nuevo calendario para el próximo 5 de mayo, la ilusión por volver a las competiciones sigue chocando con la realidad de una pandemia que, aunque se vaya controlando despacio, será la encargada de dictar la última decisión.

Cuestión de salud, no de ganas de competir o de salvar una temporada o incluso un deporte en serio riesgo si finalmente no hay carreras en 2020. Los gobiernos anuncian desescaladas, los profesionales van a volver a entrenarse en libertad con condiciones, pero un virus invisible dará y quitará licencias para correr.

El Tour tiene ganada su posición como prueba sagrada en el firmamento ciclista. 'Hay que salvar el Tour'. En eso coincide todo el mundo en torno a este deporte. Pero no a cualquier precio, dejan claro las autoridades francesas y algunos estamentos del pelotón, como técnicos y corredores.

Todas las miradas están puestas en el Tour, pero desde el Gobierno galo se dejan las cosas claras: prohibida toda manifestación deportiva de más de 5.000 espectadores antes de septiembre. La 'grande boucle' empezaría el 29 de agosto, al filo de la norma.

Según el Ministerio de Deportes, el anuncio del primer ministro galo, Édouard Philippe, 'no impone la anulación del Tour', a diferencia de lo que sucede con la temporada de fútbol, que no podrá reanudarse. Pero los organizadores del Tour saben que será la evolución de la crisis sanitaria la que determine el futuro de carrera.

La Ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, también habló claro al asegurar que 'para que se realice el Tour de Francia debe haber una cierta cantidad de condiciones, que puede haber pruebas preparatorias y que pueden competir en grupo. Por ahora este no es el caso. La distancia impuesta al resto de la sociedad también se impone a los corredores '.

Esta incertidumbre plantea una situación deportiva crucial: ¿Cómo van a lograr la forma los corredores si no compiten antes en otras pruebas?. El director del Groupama FDJ, donde milita Thibaut Pinot, es contundente, 'Si no corremos antes, ¡no hay Tour!'

Por su parte, Jean Pitallier, expresidente de la Federación francesa, considera que 'el Tour de Francia no debería disputarse. Ya fue cancelado durante las guerras , y se levantó'.

Continúa el sueño del Tour, el Giro y la Vuelta esperan. El próximo martes se conocerán las fechas de salida y llegada. Las dos se han quedado sin su punto de partida en el extranjero. La carrera rosa no se lanzará de Budapest y la ronda española se despidió el miércoles del proyecto holandés.

Los cambios serán obligados. La Vuelta se quedará en 18 etapas y comenzará en Irún, localidad que hubiese sido en condiciones normales la salida de la cuarta etapa, cuando el pelotón hubiese regresado del periplo neerlandés.

Javier Guillén, director de la Vuelta, anuncia que tratará de mantener el guión establecido en las 18 etapas, sin cambios notables, y sin preocupación alguna por el factor meteorológico teniendo en cuenta que será una ronda norteña.

La Vuelta trabaja con normalidad 'con el convencimiento de que habrá carrera', proclama, quien no deja de admitir que ' todo dependerá finalmente de las condiciones sanitarias.

'Si hay dificultades en los meses de la Vuelta habría que suspender, como se han suspendido otros eventos'.

Giro, Vuelta, clásicas y otras carreras del World Tour esperar su turno para colocarse en el calendario, otras se bajan del almanaque.

Son los casos de la Vuelta a Alemania, Vuelta al País Vasco, Clásica de San Sebastián...los últimos que se han despedido hasta 2021.

'Nuestras carreras mueven a miles de personas dentro y fuera de los eventos. En esta situación no podemos contribuir a un nuevo rebrote y a su propagación', señala Julián Eraso, responsable de la Itzulia y clásica donostiarra.

Además, el momento económico desplaza al ciclismo respecto a otras necesidades sociales, como explica Eraso,

'No creemos que sea nuestro momento de pedir a los ayuntamientos e instituciones ninguna ayuda. Es momento de devolver a la sociedad lo que tanto nos ha dado durante tantos años y preferimos que el dinero destinado a la carrera pueda invertirse en volver a la normalidad y salvar vidas'.