El exfutbolista brasileño Ronaldinho Gaúcho y su hermano van camino de cumplir tres meses de encierro preventivo en Paraguay, casi el mismo tiempo que lleva prófuga quien podría aportar más luz al caso, la empresaria que supuestamente encargó tramitar los pasaportes paraguayos con los que ambos ingresaron en el país sudamericano, que resultaron ser falsos.
Dalia López, sobre quien pesa una orden internacional de búsqueda y captura, recibió el 4 de marzo en el aeropuerto de Asunción a Ronaldo y Roberto de Assis Moreira, en prisión cautelar desde el día 6 de ese mes y domiciliaria en un hotel capitalino a partir del 7 de abril tras el pago de una fianza de 1,6 millones de dólares.
Según publica este miércoles la edición impresa del diario ABC Color, López habría pagado unos 21.000 dólares a personal de la Dirección de Identificaciones de la Policía y de Migraciones por los documentos para los dos hermanos.
Los intermediarios para esa gestión fueron, supuestamente, dos imputados en el caso, Sebastián Medina e Iván Ocampos, ambos en arresto domiciliario, según detallaron a la emisora Radio Cardinal, del mismo grupo editorial.
La gestión de ambos también podría incluir documentos para el empresario brasileño Wilmondes Sousa Lira, otro de los imputados y en prisión al estar señalado como el contacto entre López y los hermanos De Assis Moreira.
Los trámites se hicieron, según esa versión, a través de Wilson Arellano, hijo de Bernardo Arellano, antiguo funcionario de la Dirección de Migraciones y sospechoso de conseguir los documentos paraguayos de los tres brasileños, por un total de 18.000 dólares.
A esa suma se agregaron unos 13.500 dólares depositados en el estatal Banco Nacional de Fomento en tres cuentas y a nombre de cada uno de ellos, en concepto de caución al tratarse de radicación de extranjeros, de acuerdo con el testimonio de esos intermediarios.
Uno de ellos, Medina, dijo a esa cadena de radio que ese dispositivo de garantía era una prueba de la legalidad del proceso.
No obstante, señaló que había sido informado de que los brasileños no figuraban en los registros oficiales, pese a lo cual el proceso siguió hasta que el 1 de marzo recibió los documentos, cuatro días antes de la llegada de Ronaldinho.
Al respecto, Medina declaró a la emisora que por ello él y Ocampos visitaron el día 2 de ese mes a Anastasio Ojeda, un asesor del ministro del Interior, Euclides Acevedo, para comentarle de las irregularidades.
Según su relato, Ojeda les derivó con el entonces director de Migraciones Alexis Penayo, quien luego renunciaría tras el escándalo.
Ni Medina ni Ocampos detallaron en esa entrevista cómo fueron a parar esos documentos a Ronaldinho y a su hermano.
Ambos llegaron a Paraguay para apoyar con la imagen del antiguo futbolista un proyecto de ayuda a la infancia que promovía López a través de la fundación que ella presidía.
La Fiscalía señala a López como la supuesta cabeza de una red dedicada a 'facilitar la elaboración y utilización de documentos de identidad y pasaportes de contenido falso'.
Ronaldinho y su hermano cumplen arresto domiciliario en un hotel del centro de Asunción bajo custodia policial y con la prohibición de salir de Paraguay por el presunto delito de 'uso de documentos públicos de contenido falso', con una expectativa de pena de hasta cinco años.