Las Grandes Ligas continúan enfrentando problemas para dar inicio al campeonato regular, luego de que en varias ciudades en las que hay equipos de béisbol, los casos de coronavirus están aumentando de manera significativa y preocupante.
Como sucede con Houston que se ha convertido en uno de los puntos en donde el incremento se ha acelerado, lo que obligó al gobernador de Texas, Greg Abbott, a cancelar el avance en las fases de reapertura.
Un alto funcionario de salud de Texas indicó que se opondría a que se lleven a cabo juegos de béisbol si la tendencia no revierte en las próximas semanas.
La tasa de casos de coronavirus está aumentando en 15 de las 27 ciudades que tienen equipo de las Grandes Ligas, según COVID-19 Case Mapper, un proyecto liderado por la Universidad de Stanford de California que rastrea las tendencias nacionales.
La propagación acelerada aumenta la presión no sólo sobre el plan de las mayores para proteger a los jugadores y al personal, sino también sobre los funcionarios del gobierno que podrían impedir nuevamente las actividades.
El viernes, Abbott volvió a imponer límites a las empresas que reabrió en mayo, y obligó a cerrar bares y limita a los restaurantes al 50 por ciento de su capacidad.
Mientras que en California, el gobernador Gavin Newsom ordenó este viernes a un condado adyacente a San Diego, que sus residentes volvieran a quedarse en casa.
Sin embargo, en otros dos estados críticos, Florida y Arizona, los gobernadores, ambos republicanos, como el de Texas, están impulsando sus planes de reapertura.
La orden de Texas de que las reuniones al aire libre de 100 o más personas 'deben ser aprobadas por los gobiernos locales', parece eximir a los deportes profesionales y universitarios.
Pero el doctor David Persse, la autoridad de salud pública de Houston, declaró a medios de prensa que no limitaría su opinión si considera que es demasiado peligroso que se lleven a cabo partidos de béisbol.
'Si la salud del público se ve amenazada, tomaré una posición. Desde un punto de vista operativo, me encuentro en la posición en la que tendré que ser yo quien ponga un alto si creo que van mal las cosas', subrayó Persse.
Según el Centro Médico de Texas, la tasa de pruebas positivas de coronavirus para la región de Houston, del 3% a principios de este mes, alcanzó el 14% esta semana.
El centro médico, que alberga alrededor del 70% de las camas en unidades de cuidados intensivos en el área metropolitana, informó que su asignación habitual de 1.330 camas, estaba llena.
'Eso dice que el virus se está propagando rápidamente. Quiero que todos hagamos lo correcto y por las razones correctas, sólo estoy tratando de ser realista', recordó Persse.
En Arizona, hogar de los Diamondbacks, el gobernador Doug Ducey tiene la autoridad de restringir los deportes y otras actividades, pero hasta el viernes no se había pronunciado en ningún sentido.
Un funcionario del Condado Maricopa, declaró que 'el departamento no tiene tiempo para revisar los planes de reapertura de ningún negocio'.
Mientras que las Grandes Ligas indicaron a través de un comunicado el viernes que iniciarán actividades en todo el país 'sólo cuando sea seguro hacerlo y sea consistente con los problemas de salud pública'.
'Para nosotros, esto significa que, como mínimo, jugaremos en un lugar concreto sólo cuando tengamos la aprobación de todas las autoridades gubernamentales', señala el comunicado.
Agrega que 'hasta la fecha, todas las autoridades gubernamentales se han inclinado a permitir la competición, al menos con campos de juego vacíos, de acuerdo con nuestros protocolos'.
Agregan que la situación puede cambiar a medida que ocurra la evolución con respecto al virus. 'Si eso sucede, haremos ajustes para cumplir con cualquier cambio en la política gubernamental'.
'Independientemente de cualquier regulación gubernamental, las Grandes Ligas controlarán continuamente el desarrollo de la pandemia con nuestros expertos. Consultaremos con la Asociación de Jugadores y tomaremos decisiones operativas con la seguridad de nuestros jugadores y personal como la consideración más importante'.
Mientras que una fuente de las Grandes Ligas dieron a conocer que si los funcionarios del béisbol y del gobierno deciden que no es seguro jugar en una ciudad, los equipos serán trasladados a otros estadios.
En California, las tasas de infección varían, con las regiones más afectadas en la parte sur del estado, hogar de los Angelinos de Los Ángeles, los Dodgers y los Padres de San Diego.
Con respecto a Houston, Persse señaló que la mejor oportunidad de la ciudad para evitar cerrar la temporada antes de que comience es que los residentes participen en la reducción de la propagación del virus.
'Les diría a los aficionados a los deportes: 'Podemos controlar esto. No esperes al gobierno ni a nadie más; tú tienes el control. Usa una máscara, distancia social. Haz que todas las personas que conoces hagan lo mismo''. EFE