La incesante propagación de la COVID-19 pone en peligro el año futbolístico en Ecuador ante la imposibilidad de definir una fecha precisa para reanudar el torneo y reducirse la disponibilidad de tiempo para completar las 26 jornadas pendiente entre todos los compromisos continentales.
'Si no se arranca el 15 de agosto, la disputa se convertirá en una carnicería. No podemos jugar cada dos días, está prohibido por la FIFA. Entonces, ¿cómo haríamos para jugar las 26 fechas en 18 semanas?', se preguntó el técnico argentino Ricardo Dillon, del Atlético Mushuc Runa, en una conversación con Efe.
Y precisó que desde su punto de vista se debería arrancar el 15 de agosto, sí o sí, 'además, no existe un protocolo más sano que el nuestro'.
'Nos han hecho tres pruebas sin ningún futbolista contagiado, por lo que creo no se puede atrasar más la reanudación', agregó.
El 15 de agosto es la fecha tentativa fijada por el Comité Nacional de Operaciones de Emergencia (COE-N) para retomar el campeonato, pero sujeta a la propagación del virus.
Por el momento, el número de positivos en Ecuador subió este miércoles a 83.193, mientras que los fallecidos oficiales suman 5.623 y los probables 3.465, de acuerdo con el Ministerio de Salud Pública. El problema es que los contagios diarios no se detienen y las autoridades han debido tomar medidas de excepción en una veintena de cantones, con Quito -que tiene cinco equipos en la Serie A y un sexto en la B- como uno de los focos de la pandemia en este momento.
En julio, el COE anuló en dos ocasiones la reanudación del torneo, por lo que no se descarta una tercera, lo que ya pondría en serios aprietos la celebración del campeonato, más que nada por falta de tiempo.
Aun así, y si realmente se reactiva, los clubes dispondrían de un aproximado de 18 semanas, cuando tienen pendiente 26 jornadas, pues hasta el 14 de marzo -en que se suspendió el torneo- se habían disputado cuatro fechas y dos de los ocho partidos de la quinta.
Por ello, las autoridades sanitarias soportan una gran presión de la LigaPro.
Miller Salazar, presidente de Macará, consideró en declaraciones a Efe que 'jugando domingo, miércoles, domingo, sí alcanzaría el tiempo' para la disputa del torneo de 2020.
Sin embargo, la Copa Libertadores también tiene previsto reanudar sus actividades el 15 de septiembre, partiendo desde la tercera fecha de la fase de Grupos, lo mismo que la Copa Sudamericana.
Por lo que si el torneo nacional se reactiva el 15 de agosto, habría que sumar las cuatro fechas continentales para Barcelona, Delfín, Independiente del Valle y Liga de Quito, en la Libertadores, y otros dos partidos para Emelec en Sudamericana.
El calendario futbolero ecuatoriano también se verá afectado por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Catar 2022, que comenzarían desde octubre próximo, cuando Conmebol y FIFA prevén disputar cuatro fechas hasta noviembre próximo.
Todo ello ocasionaría la reducción de 20 días para el torneo local para dar paso a la concentración del combinado y la disputa de los cuatro partidos.
Tras el parón deportivo el 14 de marzo, los equipos ecuatorianos retornaron a los entrenamientos el 10 de junio en medio de estrictos protocolos de bioseguridad, y la semana pasada se disputó un partido 'simulacro' en la ciudad de Guayaquil entre Barcelona y Guayaquil City, pactado entre el COE-N y la Liga Pro.
Tras ese simulacro, los directivos esperaban la autorización del COE para reanudar el torneo el 29 de julio, pero no ha sido así. Ni siquiera se sabe si se disputarán partidos en la capital o deberán ser trasladados a otras ciudades.
Entretanto, y para calentar motores, se han autorizado este sábado dos compromisos, también de simulacro, entre Liga de Quito y Aucas, y Universidad Católica e Independiente del Valle, los cuatro con sede en la capital ecuatoriana.