La atención mediática en Paraguay se centra este lunes en el exinternacional brasileño Ronaldinho Gaúcho, que acudirá al Palacio de Justicia, en Asunción, para conocer si el juez de garantías decreta su libertad, tras casi medio año retenido en el país sudamericano por uso de pasaportes falsos.
En la audiencia preliminar ante el juez de garantías también estará su hermano Roberto de Assis Moreira, que fue detenido junto al antiguo astro el pasado 4 de marzo en el aeropuerto de Asunción, tras llegar de Brasil.
Al juez de garantías corresponde decidir si decreta su libertad, como pidió la Fiscalía, o si muestra su desacuerdo a esa solicitud dando trámite de oposición y este vuelve a los fiscales del caso para una nueva ratificación.
El caso tomó un giro favorable para Ronaldinho la primeras semana de este mes, cuando la Fiscalía, tras presentar un escrito de conclusión de la investigación, solicitó para él y su hermano un proceso abreviado, así como la suspensión del proceso.
Ello significa que los dos hermanos deberán reconocer los hechos, por los que se pide una pena de dos años de prisión, que no cumplirán si se suspende el proceso.
No obstante, los dos hermanos deberían presentarse cada tres meses ante las autoridades brasileñas y fijar un domicilio en ese país.
Además, y de acuerdo a la solicitud de la Fiscalía, el exjugador tendría que hacer una donación de 90.000 dólares en reparación por daños sociales y su hermano otros 110.000 dólares por el mismo concepto.
Los dos hermanos ya depositaron en el estatal Banco de Fomento la suma de 1,6 millones de dólares como fianza para acceder a la reclusión domiciliario, que desde el 7 de abril cumplen en un lujoso hotel del centro de Asunción.
Ronaldinho llegó a Paraguay para participar en la apertura de un casino y para prestar su imagen a un proyecto de ayuda gratuita a niños paraguayos.
El proyecto estaba presidido por la empresaria paraguaya Dalia López, que recibió a los dos hermanos en el aeropuerto y que se encuentra prófuga y bajo orden de captura internacional.
Los dos hermanos fueron detenidos la noche del 4 de marzo y hasta su reclusión domiciliaria estuvieron encarcelados en una dependencia policial que funciona como prisión.
La investigación también salpicó a varios funcionarios de aduanas y de migraciones, presuntamente implicados en la falsificación de los pasaportes y cédulas paraguayas usados por los dos hermanos.