Las autoridades australianas aseguraron este lunes que la cuarentena de los tenistas que disputarán el Abierto de Australia es segura, tras conocerse que un grupo de residentes del complejo en el que está previsto que se alojen los deportistas sopesan interponer una demanda ante el temor de ser contagiados de covid-19.
El diario The Age publicó que los dueños de 36 apartamentos del hotel Westin, en el centro de la ciudad de Melbourne, amenazaron con demandar a Tennis Australia por usar el edificio para la cuarentena de 14 días de cientos de jugadores.
Según el plan de Tennis Australia, los jugadores, que serán sometidos a no menos de cinco pruebas para detectar la covid-19 tras su llegada a mediados de este mes, podrán abandonar el edificio una vez, durante cinco horas, para entrenar bajo supervisión y someterse a tratamientos.
La jefa interina del gobierno del estado de Victoria, Jacinda Allan, aseguró que se han implementado medidas estrictas para que los residentes de los edificios no estén en contacto con las personas vinculadas al Abierto de Australia.
'Hay entradas separadas y niveles separados, hay monitores en cada nivel. La Policía de Victoria vigilará cada lugar las 24 horas del día', agregó Allan en declaraciones este lunes a periodistas en Melbourne, en las que reconoció que no está en sus manos evitar la demanda legal.
Digby Lewis, uno de los propietarios de un piso lujoso del Westin, dijo a The Age que a sus 84 años se encuentra en el grupo de riesgo y no le importaría poner 10.000 AUD (7.707 USD o 6.294 EUR) o 20.000 AUD (15.415 USD o 12.588 EUR) para ayudar en la batalla legal.
El Abierto de Australia, que normalmente se disputa en enero, fue retrasado al 8 de febrero tras intensas negociaciones entre Tennis Australia y el gobierno de Victoria, que actualmente lucha por controlar un brote de covid-19 tras pasar más de 60 días sin infecciones locales.
La ciudad de Melbourne fue el epicentro de un brote de covid-19 que estalló por fallos en los centros de cuarentena de los viajeros internacionales, lo que obligó a las autoridades a confinar a sus casi 5 millones de habitantes entre julio y noviembre del año pasado.
Australia, que lucha contra un brote del coronavirus en la ciudad de Sídney, acumula casi 28.500 casos desde el inicio de la pandemia, incluyendo 909 fallecidos, la mayoría de los cuales se produjeron durante el rebrote entre junio y octubre en Melbourne.
Actualmente este país de 25 millones de habitantes tiene casi 300 casos activos de covid-19, principalmente entre personas que retornaron del exterior y de infecciones contraídas en Sídney.