Compartir:

Al borde del final, el Celta logró lo que nadie había conseguido en las últimas ocho jornadas de la Liga, restó al Atlético de Madrid dos puntos y aplacó la pegada de Luis Suárez, cuando el conjunto rojiblanco ya sentía suyo un triunfo, construido por el goleador uruguayo y frustrado por Ferreyra (2-2).

El fichaje invernal argentino regresó a LaLiga Santander con un protagonismo que quizá no intuía, como el goleador a última hora y decisivo del 2-2 que reduce la diferencia que sostenía el Atlético en el liderato. Aún es relevante, pero ya no tanto. Son ocho puntos sobre el Barcelona y el Real Madrid, que aún pueden ser once.

Al minuto 12, el Celta se adelantó en el marcador con una acción de las que se enseñan en cualquier escuela de fútbol como un modelo: la apertura a la banda, el buen centro de primeras desde la derecha de Hugo Mallo y el desmarque y el remate en plancha, a un metro de Jan Oblak, del certero Santi Mina entre Felipe y Giménez.

Pero apareció Suárez para anotar el empate y luego calcar la misma acción para adelantar al cuadro colchonero. en ambos tanos el uruguayo aprovechó un centro rastrero desde el costado para definir desde el suelo y al primer toque. Dos ocasiones, dos goles.

Todo parecía definido con un nuevo triunfo del equipo de Diego Simeone, pero, de pronto, al borde del 90’, Facundo Ferreyra cambió la historia repetitiva de las últimas jornadas, con el 2-2 definitivo. 

Esta vez no bastó con la pegada de Luis Suárez.