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El derbi de Merseyside que ganó en Anfield el Everton (0-2), con un gol del brasileño Richarlison a pase del colombiano James Rodríguez y otro de penalti del islandés Gylffi Sigurdsson, agrandó la crisis del Liverpool, que encajó su cuarta derrota seguida en la Premier.

El cuadro de Jurgen Klopp, además, alarga su mal camino en su estadio. Con este ante el conjunto de Carlo Ancelotti lleva ya cuatro partidos consecutivos derrotado en Anfield.

El derbi se desequilibró a los tres minutos con un gran pase al espacio de James que culminó a la perfección Richarlison.

Desde ese momento el Liverpool se volcó sobre la portería de Jordan Pickford, que sostuvo al conjunto de Carlo Ancelotti con intervenciones decisivas.

El cuadro de Jurgen Klopp acaparó el balón, la posesión y también las ocasiones. Pero ni Mohamed Salah ni Sadio Mané ni Roberto Firmino estuvieron acertados.

El Everton mantuvo el tipo todo el tiempo. Bien organizado y sin dejar espacios frustró cada intento local hasta asegurar el triunfo a nueve minutos del final.

Lo consiguió gracias a un penalti que transformó el islandés Gylffi Sigurdsson previamente cometido por Trent Alexander Arnold por un derribo dentro del área a Dominic Calvert Lewin, que a la hora de juego sustituyó a James Rodriguez.

La derrota deja al Liverpool fuera de los puestos europeos. Es sexto en la tabla con los mismos puntos ahora que el Everton. Ambos tienen el quinto del West Ham a dos y al Chelsea, cuarto, a tres.