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El ruso Daniil Medvedev (4), que fue considerado por el propio serbio como el rival a batir al acumular una racha de veinte victorias, buscará este domingo (9.30 CET) destronar a Novak Djokovic, rey en Melbourne Park con ocho títulos, en la final del Abierto de Australia.

El primer 'major' de la temporada ha recuperado el brillo en el mejor momento posible al presentar una final llamada a ser épica que contará con la vuelta de un animado público que pudo regresar este jueves tras el fin del confinamiento.

Djokovic tendrá la oportunidad de reducir la distancia con los veinte títulos 'slam' del español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, en el caso de que levante su decimoctavo título 'major'.

El serbio también podría defender el título por quinta vez en su carrera y supondría la decimoquinta ocasión en la que un jugador en la Era Open ha retenido el título a orillas del río Yarra.

Tendrá en el punto de mira, además, la ocasión de firmar por segunda vez una triple corona consecutiva en Melbourne Park y se acercaría al récord del australiano Roy Emerson que logró salir campeón cinco veces seguidas (1963-67).

El viejo orden quedaría intacto con una victoria del balcánico, que reafirmaría el dominio de Nadal y Djokovic en los últimos dos años al apuntarse nueve de las últimas diez competiciones 'major'.

Advirtió el serbio de la peligrosidad y del potencial del que será su rival e intentó transferir cierta presión al joven ruso en la medida de lo posible, teniendo en cuenta la retahíla de éxitos cosechados en Australia.

'Es el hombre a batir en estos momentos después de haber acumulado un 10-0 contra rivales del top-10. La última vez que jugamos en las Finales de la ATP en Londres me venció cómodamente', recordó Djokovic.

Por su parte, Medvedev, que disputará su segunda final de Grand Slam este domingo, vaticinó un 'duro encuentro' y afirmó que le 'encanta jugar contra Djokovic'.

'Sin contar los primeros años, siempre hemos tenido duras batallas. Veremos de qué lado está la grada mañana', comentó tras su incontestable victoria ante el griego Stefanos Tsitsipas (5) en semifinales.

El serbio estaba en lo cierto al afirmar que el ruso es el jugador más en forma del circuito en estos momentos después de que cerrara con su triunfo sobre el tenista heleno su vigésima victoria consecutiva, que le hicieron tocar el cielo en el París Masters, las Finales de la ATP en Londres y en su camino hasta la final en Melbourne.

Su victoria en la final de este domingo supondría un ansiado golpe sobre la mesa por parte de la nueva generación en la clasificación ATP, que significaría la primera vez que un jugador que no sea Novak Djokovic, Rafael Nadal, Roger Federer o Andy Murray ocupa la segunda posición mundial, superando así al balear, desde 2005.

También impulsaría la importancia de su país, Rusia, como cuna de grandes talentos en este deporte dado que su triunfo sobre Djokovic contaría con el tercer jugador ruso en levantar una corona 'major' y se uniría al selecto grupo conformado por sus compatriotas Yevgeny Kafelnikov y Marat Safin.

A pesar de su cara a cara desfavorable con el serbio (3-4), el moscovita utilizará su reciente victoria sobre él por un doble 6-3 en las Finales de la ATP en Londres como ejemplo a seguir para destronar al campeón de ocho títulos en Melbourne y conseguir su primera corona de Grand Slam.