Un Betis-Real Madrid cerró la vigésima séptima jornada de LaLiga Santander en la temporada 2019-20 y unos cincuenta mil espectadores se concentraron en el Benito Villamarín, que rugió cuando en el minuto 82 Cristian Tello marcó y le dio la victoria (2-1) al equipo sevillano.
Aunque desde semanas antes ya se hablaba del coronavirus y de su foco inicial en Wuhan (China), y que especialmente en Italia empezaba a causar estragos, nadie albergaba en sus previsiones que ese domingo 8 de marzo del pasado año tendría lugar el último partido de LaLiga que se disputaría con público en lo que quedaba de curso, situación que se prolonga hasta estos días.
Para el siguiente fin de semana ya estaba decretado por el Gobierno de España el estado de alarma y el confinamiento de la población por la crisis sanitaria debido a la expansión de la COVID-19.
Dos días después del Betis-Real Madrid, el martes 10 de marzo, se disputó en el estadio Ipurúa el duelo provincial Eibar-Real Sociedad de la vigésima cuarta jornada, que quedó aplazado en su momento por la contaminación atmosférica tras el derrumbe de un vertedero en las inmediaciones de la localidad guipuzcoana.
Ese encuentro ya se jugó sin público en la gradas del estadio del Eibar, donde la Real se impuso por 1-2 con goles de Oyarzábal de penalti y el brasileño William José, y otro del también brasileño Charles, quien acortó la desventaja local.
A partir de ahí se sucedieron los directrices sanitarias y las restricciones para que se suspendieran toda clase de actividades no esenciales, entre ellas las competiciones deportivas.
La situación se prolongó durante tres meses, un periodo sin que rodara el balón y a la espera de que las autoridades sanitarias dieran el beneplácito para la reanudación de los torneos y en qué condiciones se haría.