Compartir:

El Barcelona se llevó los tres puntos de su visita a Pamplona (0-2) con goles de Jordi Alba e Ilaix Moriba, que se estrenó como artillero con el primer equipo azulgrana, para meter presión a Atlético y Real Madrid en la lucha por la Liga, ante un Osasuna que salió fuerte, pero el primer tanto cambió el devenir del duelo.

Jagoba Arrasate avisó en la rueda de prensa de la importancia de la presión, algo que sus jugadores pusieron en marcha nada más comenzar el partido. El argentino Jonathan Calleri a punto estuvo de sorprender a Ter Stegen con un disparo desde campo propio, pero el germano reculó para detener la pelota con comodidad.

Minutos después, el guardameta blaugrana realizó una espectacular parada a mano cambiada para sacar un zurdazo de Kike Barja desde la frontal del área que se colaba por una escuadra.

El Barcelona se fue haciendo con el partido y en el minuto 30 logró el primer gol. Leo Messi filtró un pase por encima de la defensa rojilla y Jordi Alba controló el esférico y batió a Sergio Herrera con un potente disparo.

Osasuna no perdió la cara al encuentro y siguió intentándolo sin encontrar el premio del gol. Rubén García desaprovechó una nueva ocasión que pudo significar el empate para su equipo antes del descanso.

El cambio de Umtiti por Dembelé hizo que el Barcelona variase el sistema con la idea de adelantar la presión y ahogar así a su rival.

El partido bajó de ritmo y los culés comenzaron a llevar a cabo su juego de posesión para ir cansando a los pupilos de Arrasate. Calleri falló un claro cabezazo que hubiese puesto el broche de oro al gran esfuerzo con el que trató de ayudar a sus compañeros.

En el minuto 83, el joven Ilaix, que sustituyó a Busquets en el 68, controló el balón en la frontal del área, hizo un recorte y soltó un tremendo latigazo con la zurda que batió a Herrera. El Barça sentenció con el primer gol de su canterano con el primer equipo.