Una genialidad de Karim Benzema en el tiempo añadido mantiene con vida al Real Madrid en Liga, tras un nuevo ejercicio de sufrimiento en el Di Stéfano ante un rival de la zona baja, un Elche que acarició la gloria pero cedió en la recta final al empuje madridista y un doblete de su único goleador.
El experimento de jugar sin los dueños del centro del campo, Toni Kroos y Luka Modric, no le salió bien a Zinedine Zidane. Pensar en la ‘Champions’ cuando caminas sobre el alambre en Liga, dejó una primera parte en la intrascendencia. Sin transmitir las necesidades reales. Un error de Varane en la segunda acercó una nueva renuncia a la pelea por el título y desató la heroica. Un equipo que cuando ve todo perdido, saca la casta del campeón.
No es solo falta de pegada lo que debe preocupar a Zidane. En partidos de menor trascendencia, sus jugadores rebajan la intensidad. Los errores cometidos ante Cádiz o Alavés, con derrotas en el Di Stéfano que condicionan las opciones al título, no fueron lecciones aprendidas. En un día en el que debía buscar goles y confianza, al Real Madrid le faltó nuevamente fútbol.
Regresaba Sergio Ramos, arropado en un sistema con tres centrales que dejaba las bandas al físico de Lucas Vázquez y Mendy. El dominio de balón fijó su posición ofensiva y convertidos en extremos, perdieron el factor sorpresa. Tardó el Real Madrid 27 minutos en tirar por primera y última vez en el primer acto a la portería defendida por Edgar Badía. Isco, centrado desde la frontal. Sus intentos por volver a ser el que era, dejan frustración. Sin el ritmo físico adecuado, perdonando la más clara que tuvo por no precisar su remate.
El Elche se defendió con comodidad ante un equipo sin ritmo que jugó al pie. Con solo Vinicius lanzando desmarques de ruptura en un juego previsible. Sin poder correr, el equipo de Zidane no sabe exhibir virtudes. A su rival le bastó una buena colocación. Solo permitió un contragolpe y es cuando más cerca estuvo del gol el Madrid, con Vinicius corriendo al espacio y asistiendo a Benzema, que perdonó de primeras de zurda.
Mientras luchaba por añadir imaginación al dominio del juego y salirse del guión, un fogonazo del rival exige a Courtois estar metido en el partido. Su manopla firme arriba evitó un susto cuando Morente sacó un centro que prolongó Marcone, antes de que Lucas Boyé perdonase por un mal control. El aviso estaba lanzado.
El atasco madridista llegaba por su indefinición ofensiva. Cuando aumentaba la intensidad para encontrar el flanco por donde podría hacer daño, tras un primer remate de Benzema al lateral de la red para ir afinando puntería, llegaba una nueva queja arbitral. A la del derbi del Metropolitano se sumó un agarrón del brazo a Sergio Ramos de Marcone, que lo desequilibraba cuando iba a rematar.
Jugaba con fuego el Real Madrid y el plan de Fran Escribá estuvo cerca de convertirse en histórico con el primer triunfo del Elche en casa madridista. Courtois salvó con una gran parada la primera, de Lucas Boyé rematando a placer cayendo segundos antes de pedir penalti de Ramos. Y a la segunda, el meta belga nada podía hacer ante el testarazo de Dani Calvo tras ganar la partida a Varane en un saque de esquina.
Con todo perdido al Real Madrid solo le quedaba arrebato y tirar de orgullo. Zidane tuvo que recurrir a Modric y Kroos, que tomó el mando. Rodrygo metió la claridad que faltaba en los últimos metros. El empuje madridista provocó el paso atrás del Elche. El acoso a balón parado acabó dejando el empate tras córner en corto, centro de Modric y testarazo de Benzema.
Restaban 17 minutos para el final y un punto no le servía de nada al Real Madrid en su lucha. Casemiro estaba en todas, de cabeza rozando el larguero, con potencia acariciando la escuadra con un disparo desde la frontal. Escribá temía por la remontada y metía línea de cinco atrás. No soportó el empuje hasta el último segundo. Badía sacó el disparo de Nacho pero nada pudo hacer ante la genialidad de Benzema. Pared con Rodrygo y zurdazo ajustado al palo que evita una nueva renuncia a la Liga antes de medirse al Atalanta.