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El Villarreal rompió en Ipurúa, al ritmo de tres asistencias de Gerard Moreno, su racha de ocho partidos sin vencer y se impuso por 3-1 ante un Eibar que vendió cara su piel y no se rindió en ningún momento, pero que tuvo que claudicar en el último suspiro.

Tres pases de gol de su principal artillero, aprovechados perfectamente por Moi Gómez, a los 59 segundos, el colombiano Carlos Bacca (m.34) y Alfonso Pedraza (m.87), devuelven la sonrisa al cuadro de Unai Emery y amargan el 60 cumpleaños de José Luis Mendilíbar, técnico del conjunto vasco.

El partido empezó con fuerza, con un arrancada veloz de Bryan Gil a los quince segundos que acabó con un tiro que detuvo el portero. La réplica inmediata llegó con un magistral pase de Gerard Moreno, que culminó a la perfección Moi Gómez por el costado izquierdo.

Todo un mazazo para el Eibar, al que esta temporada además le cuesta un mundo hacer gol. El Villarreal, con el marcador a favor, manejó a su antojo el partido y Bacca no tardó en volver a crear peligro, pero el Eibar, equipo siempre valiente, poco a poco fue creciendo y empezó a creer que podía dar la réplica.

Pero un error defensivo de Esteban Burgos propició un robo de Manu Triguero y un contragolpe letal de Gerard Moreno, que permitió a Bacca incrementar la ventaja con su primer gol de la temporada.

El 2-0 ponía las cosas muy cuesta arriba al Eibar. Pero la esperanza volvió en el minuto 40 gracias a una mano del ecuatoriano Pervis Estupiñán dentro del área a un centro de Arbilla, aunque duró poco, ya que Burgos lo lanzó flojo y mal Burgos y detuvo Sergio Asenjo con el pie.