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El Villarreal, el equipo de una ciudad de la Comunidad Valenciana de 50.000 habitantes, alcanzó este jueves su sueño deportivo y disputará su primera final, la de la Liga Europa, tras dos décadas en la élite del fútbol español y de haber competido a un nivel muy alto en el fútbol continental.

Desde la llegada de Fernando Roig en 1996 al club que preside desde un año después, este equipo que entonces peleaba por mantenerse en Segunda División, se ha convertido en una entidad sólida a nivel deportivo, social y económico.

Roig llegó con una idea de proyecto claro construir un club moderno, tanto en instalaciones como en imagen; crear un equipo competitivo de máximo nivel, con la idea de ser un fijo en primera y soñar con Europa; y tener una cantera capaz de nutrir al primer equipo con jugadores que permitieran invertir en jugadores desequilibrantes.

Tras un ascenso fulgurante, en el que triplicó su masa social, el club se ha asegurado casi con asiduidad una plaza en la competiciones europeas en las últimas dos décadas con tres participaciones en la Liga de Campeones.

A ello, hay que sumar sus presencias en la Copa Intertoto, en la Copa de la Uefa y en ocho participaciones en la actual Liga Europa.

Además, ha llegado en cinco ocasiones a diferentes semifinales de los torneos en los que ha tomado parte, cuatro en Europa, una de ellas en la Liga de Campeones, y una en la Copa del Rey.