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Esta vez no hubo solución posible. Ni un encuentro a solas entre el presidente Florentino Pérez y el capitán Sergio Ramos evitó que la cuerda se rompiese. Ni el club tenía intención de ceder con un jugador de 35 años al que ofrecía un año más, ni el sevillano rebajar sus pretensiones en su último gran contrato. Es el fin de una las grandes leyendas del madridismo.

El deterioro de la relación del entorno de Sergio Ramos y el director general José Ángel Sánchez, provocó que en esta ocasión el acuerdo final fuese imposible. Desde el 1 de enero, con el capitán en el mercado para recibir ofertas, el interés de clubes grandes torpedeó un acuerdo que se debió cerrar antes.

'El día que me vaya quiero irme por la puerta grande que es como merezco irme del Real Madrid', aseguró Sergio Ramos el 30 de mayo de 2019 cuando compareció para explicar el inexplicable intento de salida al fútbol chino y dejar una frase que le ha perseguido este año: 'Estaría dispuesto a jugar gratis porque así lo siento'.

A la hora de la verdad no ha sido así. La oferta del Real Madrid, de un año y a la baja, no fue aceptada antes de que acabase 2020. El gesto de liderar en el vestuario la primera bajada de salario en plena pandemia pero no aceptar la segunda. Un encuentro en la habitación de un hotel antes de un partido entre presidente y capitán, 'padre-hijo' como han definido en varias ocasiones Florentino Pérez y Ramos su relación, han sido desencuentros que han tensado la cuerda.

El Real Madrid se mantiene fiel a una máxima instalada por su presidente. Desde los 30 años, sus jugadores se deben ganar la renovación año a año. Los 12 millones de euros del sueldo de Ramos y los duros momentos económicos por los que pasa el fútbol, no eran de ayuda para solucionar una situación que se enquistó y pasó a convertirse en un pulso.

En el pasado se solucionó en más de una ocasión. Ramos tuvo una propuesta del Manchester United que provocó la primera crisis antes de una renovación, luego llegó el intento de huida a China. En el club siempre entendieron estos pulsos como una partida de estrategia para mejorar condiciones. En esta ocasión no habría contraoferta. La primera propuesta la mantuvo el Real Madrid hasta el final.

Ramos entiende que aún le queda mucho por dar en el fútbol. El cuidado que siempre ha hecho de su cuerpo, ejemplo de profesionalidad en entrenamiento, alimentación y descanso, sabe que le permitirá aún años en la elite. Su deseo era retirarse en el Real Madrid pero se ve jugando hasta los 40, si las lesiones se lo permiten.

No lo hicieron esta temporada. A inicios de curso jugó una partida con las mejores cartas. Pulso al club para su renovación, las espaldas cubiertas por un indiscutible rendimiento deportivo. Pero aparecieron las lesiones y se encadenaron hasta un punto que solo disputó cinco partidos con el club blanco en todo el 2021 y dos ratos con la selección. El final inesperado fue su ausencia en la Eurocopa y el adiós al Real Madrid.

En la historia reciente las leyendas blancas no han tenido el mejor final. Raúl González e Iker Casillas se fueron pronto sin un homenaje acorde a su dimensión, Cristiano Ronaldo lo hizo por un tema económico. El mismo trasfondo que deja el adiós del segundo futbolista más laureado de la historia del club, Sergio Ramos, que tendrá el reconocimiento del club tras 16 años y 22 títulos.

El héroe de la décima con un histórico tanto en Lisboa, que deja tantos momentos inolvidables para dar forma a una leyenda, ejemplo para muchas generaciones de compromiso, máxima entrega y liderazgo. La cuerda se rompió y a Ramos le espera una nueva aventura lejos de España. Nuevos retos, como regresar a la selección para la Liga de Naciones y el Mundial 2022, y desafíos en una nueva Liga para ampliar una vitrina repleta de gloria.