Compartir:

El británico Mark Cavendish (Deceuninck Quick Step) volvió por sus fueros después de tres años de ausencia en el Tour de Francia y se anotó su triunfo número 31 en la cuarta etapa, acercándose a solo 3 victorias del récord del legendario ‘Canibal’ belga Eddy Merckx.

Cavendish, de 36 años, considerado el mejor esprinter de la historia, hace un mes no tenía sitio en su equipo, ya que en sus filas milita Sam Bennett, pero problemas causados por el ciclista irlandés le incluyó en la expedición para el Tour. Y volvió por sus fueros en la misma ciudad conde ganó en 2015, en Fougéres, donde se reencontró con la gloria.

El ‘Expreso de la Isla de Man’, quien llegó a pensar recientemente en la retirada, alzó los brazos por delante del francés Nacer Bouhanni (Arkea) y del belga Jasper Philipsen (Alpecn), con un tiempo de 3h.20.17 en los 150 kilómetros de trayecto entre Redon y Fougéres.

Un triunfo emocionante para ‘Cav’, de lágrimas, de abrazos emocionados a sus compañeros, que le ayudaron a lograr su triunfo 31, a solo tres de Merckx. Además se vistió con el maillot verde por puntos.

Fiesta mayor para Cavendish, un viejo rockero que vuelve al escenario más importante, al Tour. Día sin sobresaltos para los hombres de la general, sin caídas, que mantuvo de líder al neerlandés Mathieu Van der Poel y a los favoritos en sus puestos.

Con Alaphilippe segundo en la general, el líder real es el Richard Carapaz (Ineos), tercero. Respecto al ecuatoriano, Pogacar se encuentra a ocho segundos, a nueve Enric Mas y Nairo Quintana, a 21 ‘Rigo’ Urán, a 36 Geraint Thomas y a 1.04 el esloveno Primoz Rogliz, el más afectado por las caídas de la víspera.

Protestas por las caídas.

La cuarta y última etapa en tierra de Bretaña atravesó el departamento de lle y Vilaine con ánimos calmados después de tres jornadas precedentes marcados por las caídas. Por esa razón el colectivo montó una protesta avalada por la Asociación de Corredores (ACP).

El pelotón, en parte magullado, marchó al ralentí en la parte neutralizada y luego paró. La petición que se plantea en alargar la zona de seguridad en las llegadas de tres a cinco kilómetros para evitar o limitar los accidentes. Un asunto interesante para plantear en las reuniones del colectivo con la UCI mejor que en plena competición.

En vísperas de la primera crono el pelotón optó por la tranquilidad. Todos menos el belga Van Moer (Lotto-Soudal) y el francés Périchon (Cofidis), dúo que se puso en fuga una vez iniciada la etapa, marcada para el esprint, sin dificultad alguna en el trayecto,

Van Moer se ahoga en la orilla; Cavendish resucita.

Pacto de no agresión, connivencia para ir de la mano a ritmo tranquilo y seguro. Los aventureros ya estaban delante consumiendo las últimas caladas de su sueño, los favoritos rezando para no sufrir ninguna sorpresa final, y los velocistas atentos para activar la alarma en el momento oportuno.

Los rebeldes aún respiraban al frente a 15 km de meta, cuando Van Moer dio el manotazo del ahogado dejando a Perichon plantado. Apuesta en solitario. Enseguida el belga aumentó la renta a 1 minuto aprovechando un parón en el gran grupo, que frenó el ritmo de caza. Como si nadie quisiera disputar la etapa por velocidad, al esprint.

¿Otra modalidad de plante?. No. La etapa se puso seria. Los hombres del Alpecin y del Deceuninck querían la etapa y movieron a sus peones. Van Moer resistió y resistió, mirando atrás a 1 kilómetro de meta y 15 segundos de ventaja. Su gozo en un pozo. A 80 metros de la línea se le echó encima la marabunta.

Entre todos emergió la figura de Cavendish, potente, de fuerza bruta, para imponerse después de 5 años de sequía en el Tour. Volvió un clásico que además adorna su palmarés con 15 etapas del Giro, 3 de la Vuelta y el título mundial de 2011. Un día de regreso a los laureles. Quien tuvo, retuvo.

Este miércoles llega la primera cita clave para la general con la disputa de la quinta etapa en la modalidad de contrarreloj individual, con un recorrido de 27.2 kms entre Changé y Laval Espace Mayenne. Se esperan diferencias entre los candidatos al maillot amarillo.