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Doble twist con doble mortal al salir de la barra, triple twist con doble atrás en el ejercicio de suelo, doble twist-doble salto en la salida de las asimétricas... Durante los últimos cuatro años para ver un twist perfecto no había que acudir a una pista de baile: la maestra estaba en el gimnasio.

Ni Chubby Checker, ni Bo Diddley, ni Sam Cooke, ni las Marvelettes, ni los Beatles. Ni siquiera Uma Thurman y John Travolta en aquella escena inolvidable de ‘Pulp Fiction’. Nadie giraba como Simone Biles.

Los ’twists’, en español los giros o piruetas, son parte esencial de la gimnasia artística. Biles, que hizo de ellos su seña de identidad, cambió hoy el ‘twist’ por el ‘shout’ y pegó un grito desde Tokio que se escuchó en todo el mundo.

'No somos solo atletas. Somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás', proclamó tras retirarse de su primera final en estos Juegos Olímpicos, la de equipos.