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Canadá se hizo con la medalla de oro del torneo femenino de fútbol de los Juegos Olímpicos de Tokio al vencer en los penaltis a Suecia (2-3), tras empatar a uno en el tiempo reglamentario, en una tanda agónica en la que fallaron tres penas máximas de forma consecutiva que les hicieron estar cerca de perder, pero la sueca Caroline Seger envió alto el quinto lanzamiento y cambió la historia.

Desde el principio se palpó el aroma a final. Ninguna selección quería arriesgar más de la cuenta, conscientes de lo que había en juego y fue el equipo escandinavo el que, como fue habitual durante el resto del torneo, llevó la iniciativa.

A este movimiento de balón le unió el buscar el disparo a puerta en cuanto había la más mínima ocasión, acabando con 10 tiros durante la primera mitad. El primero ya fue un aviso. Centro de Jakobsson en el minuto 9 que Eriksson, lateral izquierdo, pegó de primeras incorporándose al interior del área, aunque su remate se fue desviado.

En una final no puedes cometer errores, y cada selección cometió uno que hizo que nos fuéramos a los penaltis. Primero lo pagó Canadá, quien resistió a las acometidas suecas hasta que Quinn se confió en la salida de balón, perdiéndolo y dejando descolocada a su defensa. Asllani le puso el balón a Blackstenius para que hiciera su sexto gol del torneo en el m.34.

Golpe del que la selección norteamericana no pareció recuperarse, hasta que Suecia le dio una vida extra. Ilestedt cometió penalti sobre Sinclair al intentar adelantarse dentro del área, pero llegó tarde y, aunque la colegiada rusa Anastasia Pustovoytova no lo vio en primera instancia, el sistema de videoarbitraje (VAR) hizo su trabajo y decretó la pena máxima.

Fleming hizo su trabajo y en el m.66 puso un 1-1 que generó dudas en el equipo escandinavo. A punto estuvo de perder la ventaja solo dos minutos más tarde tras una mala salida de Lindahl, pero Bjorn consiguió sacar el balón en el área pequeña justo antes de que se colase en la portería.

Y volvió la calma tensa, hasta que en el m.89 se invirtió la situación anterior. Esta vez fue Suecia la que en las botas de Asllani tuvo el 2-1, pero Buchanan alejó el peligro a tiempo.

En el tiempo extra, ambas selecciones acusaron el cansancio y el miedo a perder. Pero Suecia tuvo en su mano ganar en los últimos instantes. Primero en una triple ocasión aprovechando varios rechaces y, sobre todo, en un cabezazo de Hurtig en el m.118 que no logró conectar bien a pesar de estar sola dentro del área.

La emoción de la que careció la prórroga la tuvieron los penaltis. La sueca Asllani comenzó fallando, pero Canadá no lo aprovechó y falló su segundo, tercer y cuarto penalti. Con todo en contra, Caroline Seger desaprovechó la oportunidad de dar a Suecia su primer oro Olímpico, mandando alto el quinto lanzamiento, en un cambio de tornas.

Las escandinavas erraron su cuarto, quinto y sexto penalti, con dos paradas de Stephanie Labbé, y Julia Angela Grosso, a sus 20 años, anotó el definitivo e histórico gol para Canadá. Estados Unidos completa el podio de los Juegos Olímpicos obteniendo la medalla de bronce.