El entrenador español Josep Guardiola afirmó este miércoles que, como próximo paso en su carrera, anhela entrenar una selección de fútbol 'en una Eurocopa, una Copa América o un Mundial' una vez concluya su etapa en el Manchester City inglés, en 2023.
'Una selección, sí. Si se da la posibilidad, una selección es el siguiente paso. Debo tomarme un descanso después de siete años. Tengo que pararme para ver qué hemos hecho, aprender de otros entrenadores y tal vez tomar ese camino. Me gustaría entrenar en una Eurocopa, una Copa América o un Mundial', aseguró el técnico catalán en un evento en Sao Paulo.
El entrenador, de 50 años, afirmó que no ha pensado en una selección en concreto, aunque elogió a la selección brasileña, dirigida por Adenor Leonardo Bacchi ‘Tite’.
'¿Qué pienso del Brasil de Tite? Es un equipo fantástico. Algunos son jugadores míos, otros son rivales y los conozco. Brasil siempre es candidato, favorito. Siempre fue y siempre será. Es parte de la esencia, de la cultura', dijo.
Precisamente por esta condición y pese a que versiones de prensa lo han presentado en algunas ocasiones como una posible opción de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Guardiola cree que el combinado verde y amarillo no será dirigido por un entrenador extranjero tan pronto.
'Creo que Brasil siempre tendrá entrenadores brasileños, son muy buenos. Creo que es muy difícil que entrenadores extranjeros dirijan las principales selecciones del mundo', afirmó.
Sin embargo, defendió que la mezcla entre nacionales y extranjeros puede ser exitosa y citó como ejemplos los casos del fútbol español e inglés.
'No hay nada mejor que aprender con los demás. Nosotros hemos aprendido con Brasil y Brasil puede aprender con todo el mundo', sostuvo.
Preguntado sobre sus mayores desafíos como entrenador, Guardiola apuntó el 'ego' de los jugadores, la gestión de los futbolistas y la decisión de elegir quienes conformarán el equipo titular, lo que puede 'desmotivar' a los jugadores que no estén en el once inicial.
'El problema de nuestro trabajo como entrenador es escoger 11 para jugar y 11 que se quedan en la tribuna. Eso es muy difícil de gestionar (...) Para mí es lo más difícil del fútbol, más que las técnicas, los oponentes, preparación física, condiciones de juego', explicó.
Por eso, dijo que intenta mantener una buena atmósfera en el equipo, aunque mantiene una postura dura.
'Siempre les digo: si no sois felices, os tenéis que ir. Nadie les obliga estar aquí', puntualizó.