En el último día del mercado de fichajes, la probable salida de Saúl Ñíguez al Chelsea ha reactivado en el Atlético de Madrid la opción del delantero Antoine Griezmann, por el que el club rojiblanco insiste en una cesión desde el Barcelona para suplir la marcha del centrocampista ilicitano.
Si Saúl sale del club, tal y como ha insistido en los últimos meses, ahora con el actual campeón de Europa como destino (en el pasado se exploró la posibilidad del Barcelona), en una negociación en desarrollo y pendiente de finalizarla, el Atlético debe suplirlo, porque su plantilla se quedaría en 20 futbolistas si no llega nadie.
Y ahí resurge de nuevo Griezmann, ya no en la forma de trueque que se planteó hace un mes y medio (primero el Barcelona propuso el intercambio con Joao Félix, después se intentó con la vía Saúl), que finalmente quedó desestimada, sino en la fórmula que busca ahora el Atlético de una cesión para el próximo curso del delantero francés.
En ello está el club madrileño, porque la salida de Saúl hacia el Chelsea sólo se percibe posible si el conjunto rojiblanco tiene un recambio a la vez para él para completar la plantilla del actual campeón de la Liga y la pretensión de la competencia que quiere Simeone de disponer de dos jugadores en la mayoría de los puestos.
De momento, contando con Sául, el Atlético tiene 21 jugadores en su equipo, con los fichajes del portero Benjamin Lecomte, el centrocampista Rodrigo de Paul y el delantero Matheus Cunha y con las bajas de Víctor Machín, 'Vitolo', Lucas Torreira, Moussa Dembele e Ivo Grbic, respecto a la pasada campaña que conquistó la Liga.
'Cuando preparamos una plantilla, tratamos de prepararla en consecuencia de tener dos jugadores por lugar', ha expresado Diego Simeone, que abundó el pasado domingo después del empate 2-2 contra el Villarreal y antes de que se acelerará la posible salida de Saúl: 'Nosotros tenemos la idea de tener una plantilla compensada. Hasta hoy la tenemos de esa manera'. Otro asunto es con el adiós de Saúl, que exigiría un recambio.
A las órdenes del técnico argentino, Griezmann desató su mejor versión, que lo transformó en uno de los jugadores de referencia a nivel mundial; un estatus que ha decaído en los dos cursos que acumula ya en el Barcelona, sin los números, los goles y, ni mucho menos, la transcendencia que tuvo en un lustro como rojiblanco.
El internacional francés fue la figura del Atlético de 2014 a 2019; cinco años al lado de Diego Simeone, con tres títulos (la Supercopa de España de 2014, la Liga Europa 2017-18 y la Supercopa de Europa 2018) y con registros que lo relanzaron a una posición de prestigio en la historia del club, frustrada por su propia decisión de marcharse al Barcelona en el verano de 2019, apenas un año después de su renovación con la entidad madrileña.
Cuando se fue del equipo madrileño, había disputado 257 partidos en cinco campañas (desde 2014-15, cuando llegó desde la Real Sociedad, hasta 2018-19), cuando se fue al Barcelona, y con 133 goles -el mejor goleador en 45 años y el quinto mejor de la historia del club-, siempre como la referencia en ese sentido en cada una de esas cinco campañas (25 goles en 54 encuentros en 2014-15; 32 en 54 en 2015-16; 26 en 53 en 2016-17; 29 en 49 en 2017-18; y 21 en 48 en 2018-19). Sus 93 goles en Liga significaron 97 puntos del Atlético.