Un gol de Juanmi a doce minutos del final dio la victoria del Betis en el Camp Nou (0-1) y propició la primera derrota con Xavi en el banquillo del conjunto azulgrana, que se aleja aún más de LaLiga y se marcha con las peores sensaciones para afrontar la batalla de Múnich, donde se jugará, ante el Bayern, su continuidad en la Liga de Campeones.
Aunque en la víspera destacó que LaLiga es tan vital como la ‘Champions’ para su equipo y aseguró que ante el Betis saldría con todo, Xavi finalmente sacó un once sin Piqué, Frenkie de Jong y Dembélé pensando en el Allianz Arena.
Pellegrini, en cambio, apostó por el mismo equipo que ganó la pasada jornada al Levante con el único cambio obligado del sancionado Fekir por Bellerín. Y su equipo jugó, durante muchas fases, de tú a tú al Barsa.
Y eso que los primero minutos del duelo prometían para el cuadro local. Coutinho, una de las novedades en el once azulgrana, fue el más activo al inicio del choque. Primero, con un disparo muy desviado desde la frontal y poco después, al rematar al primer palo un centro raso de Jordi Alba que Rui Silva detuvo en dos tiempos.
Fue un arranque ilusionante del Barcelona que se diluyó, como toda la ofensiva azulgrana, en cuanto el Betis se fue asentado sobre el césped del Camp Nou y empezó a pelearle a su rival la posesión del balón.
Bellerín disparó alto pasado el cuarto de hora y el conjunto sevillano empezó a incomodar al Barça, con Canales apareciendo entre líneas y Willian José ganando la espalda a la defensa azulgrana en más de una ocasión.
El partido bajó en ritmo y revoluciones, los locales no sacaban el balón fluido, Memphis languidecía como referencia ofensiva, Nico encadenaba falta tras falta y el Betis, mientras tanto, se sentía cada vez más cómodo con el insípido guión del choque.
Encima, el infortunio volvía a cebarse con el equipo catalán, cuando Gavi tenía que abandonar, a los 36 minutos, el terreno de juego en camilla, conmocionado y con problemas de movilidad, tras recibir en la cabeza un pelotazo de Bellerín.
El inesperado percance de Gavi, sustituido por Riqui Puig, dejó tocados a los azulgranas y llevó a la primera parte, en la que no había pasado nada destacado, a un epílogo con las dos ocasiones más claras, ambas del Betis.
Ruibal remató de espuela un centro de Álex Moreno desde la izquierda que se marchó fuera por poco y el propio Moreno puso a prueba Ter Stegen con un centro-chut antes de que el árbitro señalara el camino de los vestuarios.
La segunda parte aún pudo haber empezado peor para el Barcelona, pero afortunadamente para sus intereses el VAR anuló, por fuera de juego casi milimétrico, un gol de Juanmi a los siete minutos de la reanudación.
El susto pareció despertar al Barça y a la grada del Camp Nou, animada también por la entrada de Dembélé y Frenkie de Jong, con poco más de media hora por delante para teñir de color el partido gris que estaba firmando su equipo.
Salió Dembélé como un tiro y, en sus dos primera apariciones, ya puso en jaque a la defensa bética. Un par de cabalgadas y dos remates de rosca que no encontraron puerta bastaron para levantar de sus asientos a la hinchada culé, falta de ídolos como nunca esta temporada.
El Barcelona recuperaba cada vez más arriba, Dest y Alba se sumaban a Ez Abde y Dembélé para atacar por las bandas y el Betis empezaba a tener verdaderos problemas para jugar en campo contrario.
Un cabezazo de Lenglet a las manos de Rui Silva y otros dos remates ajustados pero que no vieron puerta de Dembélé, uno tras firmar una pared con Dest y otro después de uno de sus eléctricos eslálones, parecían presagiar el tanto del Barça.
Pero lo que llegó fue el 0-1 en una contra magistralmente conducida por Canales, que cedió el balón a Tello dentro del área para que este regalase el gol a un inspirado Juanmi, que batió de tiro cruzado a Ter Stegen.
El tanto visitante hundió al Barcelona, que aún tuvo un cuarto de hora (12+3) para al menos igualar el choque, pero que ya fue incapaz de crear más peligro.