El Real Madrid ha dado un paso de gigante en sus aspiraciones de proclamarse campeón de LaLiga al derrotar 0-3 al Mallorca en el estadio Son Moix con dos goles del francés Karim Benzema, uno de ellos de penalti, y otro del brasileño Vinicius Jr.
Con los tres puntos conquistados en Palma, el equipo de Carlo Ancelotti aventaja en diez al Sevilla en la clasificación, una distancia considerable a falta de diez jornadas para que acabe el campeonato.
No todas fueron buenas noticias esta noche para los madridistas en su vigésima victoria de la temporada (10 de ellas como visitante). Benzema y Rodrygo tuvieron que abandonar el terreno de juego en la segunda parte por sendas lesiones, quizás la más grave la del brasileño, que tuvo que recibir ayuda para abandonar el terreno de juego.
Cuando se retiró Benzema por un problema muscular, el Madrid jugó los últimos minutos con diez jugadores ya que Ancelotti había realizado todos los cambios reglamentarios.
El Mallorca luchó y tuvo sus ocasiones, pero no pudo evitar la quinta derrota consecutiva, que le mantiene a dos puntos del descenso.
El inicio del partido no se apartó un ápice del guión previsto: dominio blanco con el balón ante un rival replegado pero ejerciendo una presión constante, que atascó el juego ofensivo visitante.
El Madrid está acostumbrado a jugar estos partidos de gran intensidad, aunque las dos derrotas que ha sufrido esta temporada (Espanyol y Getafe) fueron, precisamente, ante adversarios de la zona baja de la tabla.
Carlo Ancelotti, con el Barça a la vista, apostó por Lucas Vázquez y el brasileño Rodrygo como novedades en un once al que también regresaron Ferland Mendy y Casemiro.
El técnico italiano dio descanso al croata Luka Modric y a Dani Carvajal, y también prescindió del ex mallorquinista Marco Asensio; la baja de última hora por gripe del brasileño Éder Militao permitió a Nacho Fernández mantener la titularidad en el centro de la defensa con el regreso del francés Ferland Mendy en el lateral izquierdo.
Arriba Rodrygo completó el tridente junto a Vinicius Junior y Benzema, es decir, Ancelotti dejó claro desde el inicio que su equipo venía a la isla a ganar.
En el Mallorca, García Plaza apostó por mantener la columna vertebral del equipo. El técnico madrileño dio continuidad al bloque defensivo, con la excepción de Oliván por Costa, prescindió de Salva Sevilla en el centro del campo y confió en el japonés Take Kubo y el kosovar Vedat Muriqi la misión de poner a prueba a Thibaut Courtois.
Espoleado por el público que rozó el lleno en las gradas y su precaria situación en la tabla, los bermellones resistieron el acoso visitante peleando cada balón.
De esa manera, Pablo Maffeo encontró espacios para estrellar una pelota en la base del palo izquierdo de Courtois tras un despeje deficiente de la zaga madridista
Muriqi desperdició una ocasión al pegarle mal al balón tras un centro de Brian Oliván y Take Kubo también falló cuando tenía opciones para abrir el marcador.
La garra y el empuje local nivelaron, por instantes, la lucha en el rectángulo de juego.
Pese a la diferencia tan notoria entre los integrantes de una y otra plantilla, los jugadores de García Plaza, no obstante, se las arreglaron para equiparar con un derroche de energías la superioridad blanca.
Solo Benzema y Vinicius se acercaron con peligro a la meta de Sergio Rico, portero cedido por el PSG en el mercado de invierno.
El dominio visitante quedó de manifiesto con los porcentajes de posesión del balón en los primeros 45 minutos: Mallorca (32%) y el Madrid (68%).
Ancelotti mandó a calentar a Modric y Camavinga -entraron en el minuto 60 por Valverde y Casemiro- nada más comenzar una segunda parte que empezó a decantarse a favor del Madrid con un gol de Vinicius Jr muy protestado en Son Moix.
Fede Valverde le arrebató el balón a Baba, posiblemente con falta, aunque el árbitro no apreció como tal, y facilitó el gol del brasileño, el décimo cuarto que marca en esta temporada.
El Mallorca, con Abdón Prats y Salva Sevilla se fue arriba en busca del empate, pero se encontró con la sentencia de Karim Benzema. El francés marcó dos goles, uno de ellos de penalti, para elevar a 22 goles su cuenta particular esta temporada.
Poco después (min. 84), el delantero galo dejó a su equipo con 10 jugadores en el campo al retirarse por un problema muscular cuando su equipo ya había realizado todos los cambios permitidos.
El 0-3 dejó sin respuesta al Mallorca, que acabó en los minutos finales con todo su arsenal sobre el terreno de juego: Abdón Prats, Amath Ndiayé, Kang In Lee y el francés Clèment Grenier, éste último debutante tras llegar hace dos semanas para sustituir a Íñigo Ruiz de Galarreta, lesionado de gravedad.