Destrozó el Liverpool al Manchester City en 45 minutos geniales. Recogió las cenizas de un equipo roto por la eliminatoria contra el Atlético de Madrid y lo zarandeó para que sus esperanzas de lograr un póker histórico sigan vivas con el pase a la final de la FA Cup (2-3).
La primera parte fue el mayor baño que ha recibido el Manchester City esta temporada. Y en mucho tiempo. Reaccionaron los de Pep Guardiola en la segunda mitad, pero el 0-3 al descanso fue una losa demasiado grande para un equipo tocado física y anímicamente.
Es complicado recordar a un City tan desdibujado como el que el Liverpool se encontró en un Wembley con muchos espacios en la grada celeste, fruto de las obras en la línea de trenes que conecta el norte de Inglaterra y Londres.