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Tras sufrir en el segundo cuarto la controvertida expulsión de Draymond Green, los Golden State Warriors se repusieron en la segunda mitad para anotarse a domicilio la victoria en un muy emocionante primer partido de la semifinal del Oeste ante los Memphis Grizzlies por 116-117.

A falta de 1.18 para el descanso, Draymond Green golpeó la cara de Brandon Clarke intentando taponar su tiro y luego agarró de la camiseta al jugador de los Grizzlies, quien acabó en el suelo.

Todo apuntaba a que la jugada terminaría en una flagrante tipo 1, pero los árbitros, cuya actuación fue muy discutida durante toda la tarde, pitaron una flagrante tipo 2 tras revisar las imágenes y expulsaron a Green.

Sin su referente en el interior y la defensa, los Warriors dieron una gran imagen en los dos últimos cuartos y se mostraron más acertados que Memphis en un desenlace muy apretado.

Ja Morant tuvo una penetración sobre la bocina para darle el triunfo a los Grizzlies pero no entró su tiro.

Jordan Poole (31 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias) y Stephen Curry (24 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias) fueron los máximos anotadores de los Warriors, aunque el jugador clave en el final fue Klay Thompson con un triple providencial a falta de 36 segundos.

Ja Morant (34 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias) se quedó tan cerca del triple-doble como de ser el héroe de unos Grizzlies en los que también brilló Jaren Jackson Jr. (33 puntos, con 6 triples, y 10 rebotes).

Esta semifinal del Oeste llega con el atractivo de ver sobre la cancha a unos Warriors veteranos y curtidos en mil batallas (además de con tres anillos en la última década) frente a unos rebeldes e impetuosos Grizzlies que amenazan con poner la NBA patas arriba.

El segundo partido de la serie se jugará este martes también en Memphis.