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No dejó pasara el Manchester City la oportunidad y aceleró en el Etihad Stadium para responder al tropiezo del sábado del Liverpool ante el Tottenham (1-1) con un triunfo solvente, una goleada inapelable contra el Newcastle (5-0) para alargar la renta en el liderato y acariciar la Premier.

Tres jornadas quedan para el final del curso y el conjunto del español Pep Guardiola ya aventaja en tres puntos a los reds de Jurgen Klopp.

El traspié del Liverpool fue un estímulo para el City, deprimido tras el inesperado adiós europeo sufrido el pasado miércoles en el estadio Santiago Bernabeu.

Antes del descanso, el City, que previamente había recordado, en el calentamiento, la liga que conquistó hace diez años gracias a un gol del argentino Sergio Kun Agüero y que cambió la historia del club, ya había encarrilado la victoria.

El Newcastle, que atravesó por apuros al inicio de curso hasta la llegada de unos nuevos inversores, ha alcanzado el tramo final sin nada en juego. Sosegado, con los deberes hechos. No cuestionó la superioridad de un rival que abrió el marcador a los veinte minutos.

Un balón puesto por Joao Cancelo fue recogido por Raheem Sterling que batió a Martin Dubravka por primera vez. El segundo gol llegó poco antes del descanso, en plena acción ofensiva de los citizens. Lo firmo Aymeric Laporte.

Con el choque desnivelado apuntaló su triunfo a la hora de juego. En un saque de esquina botado por Kevin de Bruyne apareció el español Rodrigo para llevar la pelota a la red por tercera vez.

El choque se le hizo eterno al Newcastle que solo pretendió evitar un marcador sonrojante en el Etihad. No lo logró del todo porque en el tramo final el City agrandó su renta. Aplastó al rival.

En el minuto 90, Phil Foden batió otra vez a Dubravka tras recibir un centro de Oleksandr Zinchenko. Y en el 93, Raheem Sterling marcó el quinto a pase de Jack Grealish.

Encontró desahogo a su revés europeo el Manchester City que recuperó la autoridad y la determinación en un momento clave. Tiene la Premier en la mano el cuadro de Guardiola que dejó al Liverpool en sus manos y sin margen de error.