Doce años después de sus últimas Finales de la NBA, los Boston Celtics se medirán por el anillo a los Golden State Warriors tras llevarse este domingo ante los Heat y en Miami un séptimo partido de la final del Este (3-4) que fue apasionante y vibrante hasta el último momento (96-100).
Boston fue el amo del encuentro desde el principio, impuso su defensa y ataque en transición a un Miami incapaz de igualar su intensidad, y ganaba de 13 puntos a falta de 3.35.
Sin embargo, una desconexión fatal de los Celtics dio pie a un parcial de 11-0 y los Heat se presentaron a solo 2 puntos y con posesión para culminar una remontada histórica y alucinante.
Jimmy Butler, la gran estrella de Miami (y que forzó el séptimo partido con una actuación estratosférica en el sexto), pudo haber sido el héroe, pero su triple crucial a falta de 16.6 segundos no entró y los Celtics cerraron el triunfo en los tiros libres.
Con 17 títulos en sus vitrinas, los que más junto a Los Angeles Lakers, los Celtics no jugaban unas Finales desde las que perdieron en 2010 precisamente ante los de púrpura y oro liderados entonces por Kobe Bryant y Pau Gasol.
Jayson Tatum (26 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias), Jaylen Brown (24 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y Marcus Smart (24 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias) fueron esta noche los mejores de Boston.
Al Horford, que será el primer dominicano en jugar unas Finales, aportó 5 puntos, 14 rebotes y 3 asistencias.
En los Heat, Jimmy Butler (35 puntos y 9 rebotes) y Bam Adebayo (25 puntos y 11 rebotes) se quedaron demasiado solos y echaron en falta a Tyler Herro, que volvió de su lesión pero que solo pudo disputar 7 minutos.
Especialmente encomiable fue el esfuerzo de Butler, que jugó de principio a fin los 48 minutos del partido.
Los Celtics tendrán el factor cancha en contra frente a los resucitados Warriors de Stephen Curry y Klay Thompson, que disputarán sus sextas Finales en ocho años (tres anillos en ese periodo) después de no haber jugado los playoffs en las dos últimas temporadas debido a un calvario de lesiones.
Por su parte, el equipo de Ime Udoka (este es su primer curso como entrenador de Boston) desembarcará en las Finales tras sortear numerosos peligros en el camino: los Brooklyn Nets de Kevin Durant, los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo y los Miami Heat de Jimmy Butler.
BUTLER CONTRA TODOS
La presentación de los Celtics fue imponente.
Con una defensa monumental desde el salto inicial y con una fantástica exhibición al contraataque, Boston sacudió a Miami hasta dejarlo aturdido con un 7-17 en cinco minutos.
Todas las piezas de los Celtics funcionaban a la perfección: Tatum y Brown asediaban la pintura, Horford y Smart agobiaban a los Heat atrás, el banquillo mantenía el nivel y los triples (5 de 9 en el primer cuarto) ponían la guinda.
Nadie dio la cara en los Heat, tremendamente decepcionantes en el arranque (1 de 7 en triples) y con solo 6 puntos de Butler en el primer cuarto (17-32).
Lo mejor para Miami era olvidarse de esa pesadilla inicial y cambiar de mentalidad radicalmente, justo lo que hicieron unos Butler y Adebayo mucho más agresivos e incisivos en el segundo cuarto.
Sin embargo, la defensa de los Heat no tapó ninguna de sus grietas y los Celtics mandaban sin sudar demasiado (32-45 con 5.18 para el descanso).
Daba la impresión de que los Heat estaban totalmente descompensados (casi era un Butler contra el mundo), pero un arreón de 11-2 en los últimos dos minutos les permitió cerrar la primera mitad con sus opciones intactas (49-55).
Los Heat llegaron a ir -17 pero se agarraron al duelo gracias a Butler, que metió 18 puntos en un explosivo segundo parcial.
TENSIÓN AL FINAL
Tras tropezar en el desenlace del segundo cuarto, los Celtics tenían clara la receta para la reanudación: recobrar la velocidad, la defensa férrea y el baloncesto desbordante del comienzo.
Smart dibujó la recuperación de Boston, que recordó a Miami que, si jugaban con la quinta marcha puesta y a tope de revoluciones, tenían las cosas muy complicadas (58-72 con 6.45 en el reloj).
La ausencia de alternativas a Butler y Adebayo había desangrado a los Heat, pero la aparición de Lowry estrechó el marcador antes de un último cuarto que se jugaría sobre el filo de la navaja (75-82).
A solo 3 puntos se pusieron los locales, pero a continuación se hundieron en una sequía letal de 9 tiros seguidos fallados que los Celtics no desaprovecharon (79-90 con 6.33 para el final).
Con la energía bajo mínimos, los Heat veían a Tatum metiendo tiros solo al alcance de las estrellas y a Horford comiéndoles la moral en el rebote.
Parecía que ya estaba todo sentenciado, pero tres triples seguidos errados por Smart y un parcial de 8-0 encendió la última esperanza de los Heat ante unos Celtics descuidados y torpes en el peor momento (93-98 con 52.4 segundos por disputarse).
Strus conectó un triplazo que situó a los Heat a solo 2 puntos y Smart falló en la siguiente jugada, pero Butler no pudo ser esta vez el salvador de Miami y los Celtics confirmaron su regreso a las Finales.