El grupo ecologista Dernière Rénovation, que hace un mes obligó a parar un partido de Roland Garros, reivindicó este martes la acción que provocó la neutralización durante 12 minutos del Tour de Francia.
'Nueve ciudadanos y ciudadanas que apoyan a Dernière Rénovation han interrumpido la décima etapa del Tour entre Morzine y Megève a la altura de Magland. No podemos seguir siendo meros espectadores del desastre climático que acontece', indicó el grupo en Twitter.
La asociación ecologista lanzó en marzo pasado una cuenta atrás por la supervivencia del planeta y considera que quedan 989 días por delante 'para salvar el futuro, la humanidad'.
Este grupo activista ya obligó a principios de junio a detener durante varios minutos el partido de semifinales de Roland Garros entre el noruego Casper Ruud y el croata Marin Cilic.
Una activista se encadenó a la red de la pista central del Grand Slam de tierra batida con una camiseta en la que podía leerse que quedaban 1.028 días para salvar el planeta.
En abril pasado, los militantes de ese grupo pararon la circulación durante varios minutos en la circunvalación de París, una de las arterias más importantes de la capital.
En esta ocasión llevaron su protesta al Tour, a 38 kilómetros de la meta, lo que obligó a los organizadores a neutralizar la prueba durante 12 minutos, antes de volver a lanzarla con las mismas diferencias que había en ese momento.
Fue el italiano Alberto Bettiol, que iba escapado en solitario, quien se topó con una bengala rosa, del mismo color que su maillot del EF, tras la cual había varias personas sentadas sobre el asfalto.
'Ha sido una acción inesperada e intempestiva. El Tour es una gran caja resonancia y estas cosas pasan de vez en cuando. Aquí y en otros eventos. Por suerte no ha tenido consecuencias', dijo el director de la prueba, Christian Prudhomme.
Bettiol rodaba con una ventaja de 20 segundos sobre un grupo de 24 ciclistas que formaban la escapada del día y que tenían casi 7 minutos y medio con respecto al pelotón.
El parón sorprendió al pelotón del Tour de Francia en medio de unas altas temperaturas, unos 35 grados centígrados, por lo que aprovecharon para refrescarse antes de proseguir la carrera.
'Incluso hemos hecho bromas', dijo el español Enric Mas, mientras que el líder de la prueba, el esloveno Tadej Pogacar, aseguró que miraron sorprendidos como la policía detenía a los manifestantes.
La organización lanzó de nuevo la etapa respetando las diferencias de tiempo que había en el momento de la interrupción.
Es la primera vez que el Tour se ve obligado a neutralizar una etapa desde que en 2019 tuvo que hacerlo a causa de una riada de agua que invadió la calzada camino de Tignes, en la etapa 19.
La acción del agua impidió que la carrera llegara al final previsto, por lo que se adoptó la decisión de dar por buenos los tiempos de paso en el último puerto, lo que permitió a Egan Bernal hacerse con el maillot amarillo, que acabó luciendo también en París.