El Borussia Dortmund empezó su campaña en la Liga de Campeones con una clara victoria en casa por 3-0 ante el Copenhaghe con goles de Marco Reus, Raphael Guerreiro y Jude Bellingham.
El partido comenzó con una ocasión para el Copenhague, un remate desde fuera del área de Zeca que tocó un poste y salió desviado.
Pero ese comienzo estuvo lejos de ser una declaración de intenciones ofensivas del equipo danés, que en adelante se concentró en tratar de ofrecer resistencia al dominio del Dortmund.
El equipo alemán tenía la pelota, el partido se jugaba en la mitad del Copenhague, que cuando recuperaba el balón sufría con la presión adelantada del Dortmund y recurría a balones largos que rara vez encontraban destinatario.