El tiempo que Isabel II reinó la convirtió en la soberana más longeva en la historia de la Gran Bretaña. Reconocida por su elegancia y sobriedad, tenía, también, una gran pasión por el deporte, siendo protagonista en varios eventos importantes en diferentes disciplinas.
En 1950, la reina Isabel II presenció el primer Gran Premio de Fórmula 1 en la historia, acompañada por su esposo, Felipe de Edimburgo, la princesa Margarita y los condes de Mountbatten de Burma. Este evento, además de reunir a la monarquía y aristocracia, contó con 200.000 espectadores que se desplazaron al aeropuerto de Silverstone, reconvertido en circuito automovilístico, cuya primera victoria fue para el italiano Giuseppe Farina.
El primer partido de fútbol de Copa al que asistió fue la final de 1953 de la FA Cup, en el que el Blackpool venció a Bolton Wanderers. Antes ya había visto al Chelsea jugar en 1945, pero en su calidad de princesa y en una liga regional que se creó debido a la Segunda Guerra Mundial.
La pregunta que muchos se hicieron siempre fue: ¿de qué equipo de fútbol era fanática? En realidad, nadie lo supo con certeza. Ella siempre trató de no mostrar el color de su camiseta en un afán de ser neutral, pero los rumores apuntan a que pudo ser fanática del West Ham United, según contaron algunos miembros de su staff, tras conversar con ella sobre un partido disputado por este equipo.
En algún momento el volante español Cesc Fabregas contradijo esta información, cuando relató que después de una visita que hizo el Arsenal al Palacio de Buckingham, durante la recepción, la reina pidió platicar con él y demostró estar bien informada sobre el equipo e incluso le manifestó ser aficionada del equipo ‘Gunner’.
Isabel II nació antes de que sucediera la primera Copa del Mundo, y la nonagenaria pudo ver los 22 mundiales que se han disputado hasta la fecha. Incluso entregó la copa a Inglaterra cuando se coronó campeón mundial en Wembley, en 1966.
La relación de la reina Isabel II con el deporte iba más allá del fútbol. Fue patrona de la Rugby Football Union y la Welsh Rugby Union, entidades que regulan este deporte en Inglaterra y Gales. También lideró el All England Lawn Tennis and Croquet Club, que es, en palabras simples, el club anfitrión del torneo de Wimbledon. Desde que inició su reinado en 1953 y hasta 1977, visitó Wimbledon solamente tres veces. Su siguiente estadía fue en 2010. La reina no fue una gran fanática del tenis, e incluso, cedió este patronazgo a la duquesa Catalina de Cambridge.
En donde la reina sí expresó su pasión deportiva es en los caballos. Fue dueña de caballos pura sangre e incluso realizaba una jornada de carreras en su honor, conocida como Royal Ascot, que se lleva a cabo en Ascot, Inglaterra. La reina nunca faltó. Incluso hay código de vestimenta, el cual es estricto y obliga a los asistentes a llevar sombrero.
Presenció, además, 22 Juegos Olímpicos, siendo protagonista principal en uno con salto incluido de la mano de James Bond desde un helicóptero para entrar a la ceremonia de inauguración en Londres 2012.