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Los hermanos Williams, Iñaki y Nico, han continuado ante el Rayo Vallecano en San Mamés con la fiesta que viven en la familia tras sus recientes convocatorias internacionales con Ghana y España colaborando a la brillante remontada de un Athletic Club que con el 3-2 al conjunto madrileño duerme en puestos de Liga de Campeones.

El hermano mayor, Iñaki, empató tras una galopada el tanto inicial de Oscar Trejo que adelantó a los franjirrojos y el pequeño, Nico, en otra jugada similar, cerró el 3-1 con el que terminó la primera parte. Entre ambos tantos, Oiahn Sancet había logrado el 2-1 y ya en la parte final del choque, después de que Iker Muniain perdonara dos veces el 4-1, Radamel Falcao dio emoción al final del partido marcando el 3-2 nada más saltar a terreno de juego.

Todo ello dentro del partidazo que se auguraba en el duelo entre el maestro, Ernesto Valverde, y el alumno aventajado, Andoni Iraola, que colmó la expectativas de un gran partido en La Catedral. Lo fue de principio a fin.

Arrancó mejor el Rayo, que para el minuto 3 ya le había buscado las cosquillas a Unai Simón con un disparo de Isi Palazón que el meta internacional tuvo que despejar a córner. No sería la última vez que Isi amenazase a Simón un lanzamiento lejano, ya que con otros dos estuvo a punto de marcar. Pero uno se estrelló en el larguero, casi en la cruzeta, y el segundo se fue alto por poco.

Pero eso fue más adelante, en el fragor de la locura que fue la primera mitad, en la que se marcaron cuatro goles válidos y tres más anulados por fuera de juego. El último de los tres, de Iñaki Williams, muy ajustado.

Pero, recuperando el orden cronológico de las cosas, el Rayo selló con el 0-1 su mejor inicio. Camello le robó la cartera a un Íñigo Martínez que comparecía por primera vez en San Mamés tras su fichaje fallido por el Barcelona, y cedió a Trejo para que el capitán franjirrojo abriese el marcador en el minuto 4.

Reaccionó rápido el Athletic, que para el minuto 8 ya había empatado. Pero en una jugada con claro fuera de juego de Íñigo en el inicio de la jugada.

No cejó el Athletic, los Williams calentaron motores y el choque ya atropelló a los visitantes. Que vieron, primero, como el mayor de la saga empataba tras realizar un perfecto control orientado a un buen pase de Dani García a la espalda de la defensa. Buena definición final de Iñaki, algo inhabitual.

Con 1-1 el choque se convirtió en un toma y daca del que salió favorecido el Athletic. Que completó la remontada en una triangulación entre Muniain, Berenguer y Sancet que el joven centrocampista remató solo y a placer en el punto de penalti. Calidad navarra.

Pero no que quedó ahí la voltereta al descanso porque, en otro balón a la espalda de la defensa Yeray encontró la carrera de Nico y el menor de los Williams un picadita precisa para poner el 3-1 superando a Dimitrievski

Antes se había quedado por el camino un posible 1-2, con gol de Camello en un fuera de juego también claro; y después el 4-1, de Iñaki a pase de Sancet, invalidado por un fuera de juego mucho más ajustado.

Cesó la tormenta, aunque no llegó mucha calma. Porque nada más comenzar la segunda parte, Fran García buscó el 3-2 con disparo cruzado y el Athletic lamió el 4-1 en dos ocasiones abortadas por Dimitrievski.

La primera, un remate de Williams a centro a balón parado de Muniain y la segunda un remate del propio capitán rojiblanco, a placer en el punto de penalti, que despejó el meta macedonio. Buena jugada iniciada por Nico y continuada, como en el 2-1, por Berenguer.

Volvió a tenerla Muniain para el 4-1 pero le faltó ya fuelle al navarro, a punto de ser sustituido, para encontrar un hueco entre los tres palos tras un buen a pase de Williams.

No acabó de llegar e cuarto gol local y sí lo hizo el segundo visitante que dejó las cosas mucho más igualadas para el tramo final del choque. Al que había entrado Ander Herrera con dos acciones inmediatas, una defensiva y una ofensiva.