El español Gerard Deulofeu resucitó al Udinese con un gol de falta que completó una brillante actuación ante un Atalanta (2-2) que sigue invicto y que tuvo en el recital del colombiano Luis Muriel, autor de un gol y una asistencia, su mejor oportunidad para dar un golpe de autoridad y dejar atrás al equipo revelación de la temporada.
El Atalanta sigue sin conocer la derrota y se coloca primero, cediendo toda la presión al Nápoles, obligado a puntuar ante el Cremonese para mantener la primera plaza. No es el Atalanta de hace unas temporadas, caótico en ataque y descuidado en defensa. Todo lo contrario, lo que caracteriza a este nuevo Atalanta de Gian Piero Gaspernini es su solvencia defensiva y su eficacia en ataque. El conjunto bergamasco ha renunciado a su juego vistoso y, por el momento, funciona.
El partido se presentó muy igualado. Ninguno de los dos equipos quiso renunciar a la posesión. Había mucho en juego. Después del Milan-Juventus, este era el partido de la jornada, el que decidiría la zona noble de la tabla que ocupan ambos de manera más que merecida.
Pese a la paridad, fue el Udinese el que gozó de las primeras ocasiones del partido. Pero este Atalanta ha demostrado que no le importa ceder el mando. Sabe sufrir. Pero, sobre todo, sabe aprovechar sus ocasiones.