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El París Saint-Germain y el Benfica se neutralizaron en el Parque de los Príncipes, en un partido plano que se resolvió con dos penaltis y en el que todas las miradas estuvieron pendientes de Kylian Mbappé después de que se filtrara que quiere abandonar el club de la capital francesa.

Tras la derrota de la Juventus de Turín ante el Maccabi, la victoria colocaba en octavos de final al que ganara el partido, pero ninguno de los dos fue capaz de hacerlo, aunque ambos están en una posición envidiable para conseguirlo en las dos jornadas que restan.

El duelo, carente de volumen, se resolvió con un gol de Mbappé y otro de Joao Mario, ambos de penalti, ante el escaso número de ocasiones que tuvieron.

Los portugueses mantiene su condición de invictos en la temporada en todas las competiciones y los franceses encadenan un tercer duelo consecutivo sin victoria, algo que no hacían desde la temporada 2016/17 con Unai Emery en el banquillo.

Todos los ojos estaban en el dorsal '7' de Mbappé, colocado de nuevo el en pivote de un tridente en el que el español Pablo Sarabia ocupó el puesto de Lionel Messi, ausente por lesión por segundo partido consecutivo.