No hubo quinto malo. Los Padres de San Diego protagonizaron un rally de cinco carreras en el quinto episodio y salieron airosos ante los Filis de Filadelfia, este miércoles en el segundo juego de la final de la Liga Nacional, por pizarra de 8-5.
El juego, que se disputó ante 44.607 personas en el Petco Park, de la ciudad californiana, comenzó favorable para los visitantes que anotaron cuatro rayitas en el segundo episodio.
En el mismo inning, los Padres consiguieron un par de carreras a través de sendos jonrones de Brandon Drury y Josh Bell, pero la desventaja 4-2 seguía hasta la parte baja del quinto acto cuando empezó el show ofensivo.
Un imparable de Austin Nola ante su hermano, Aaron Nola, comenzó el festín de hits.
Un total de once hombres pasaron por la caja de bateo durante los 39 minutos que se tardó ese turno ofensivo de los californianos.
Los Padres no podían darse el lujo de viajar a Filadelfia con una desventaja de 2-0. Pero con la victoria del ayer, igualaron 1-1.
El abridor Blake Snell, que lanzó cinco entradas completas y toleró cinco hits y cuatro carreras, se acreditó el importante triunfo.
El relevista Josh Hader se anotó juego salvado. Aaron Nola, que estuvo en el montículo durante cuatro innings y dos tercios, recibió siete imparables y seis anotaciones, por lo tanto cargó con la derrota.
La serie se traslada a la casa de los Filis, Citizens Bank Park, a partir de este viernes a las 6:37 p.m.