El VAR, tras una revisión de más de dos minutos, anuló un gol a Harry Kane en el 95 y aplazó el pase a octavos de final del Tottenham Hotspur, que solo pudo empatar a uno contra el Sporting de Portugal.
Kane, a diez segundos del final, cazó una pelota dentro del área y creyó dar la victoria a su equipo. Tras más de dos minutos de revisión, el VAR determinó que había fuera de juego de Kane en la jugada y la remontada del Tottenham, que había empatado por medio Rodrigo Bentancur el golazo inicial de Marcus Edwards, se fue al traste.
No fue un buen encuentro de los ‘Spurs’, que se dejan el pase hasta la última jornada de la fase de grupos, pero que se mantienen líderes, en el grupo más apretado de todos.
NECESIDAD DE ELEVAR EL NIVEL
Se llevaron un buen correctivo los ‘Spurs’ este fin de semana, al perder en casa contra el Newcastle United, por lo que este miércoles tenían ante sí la oportunidad de resarcirse ante su siempre implacable afición.
Pero los de Antonio Conte se están acostumbrando, sobre todo en Europa, a la intrascendencia, a ir al trantrán y a verlas venir. Salió timorato ante un Sporting muy bien entrenado por Rúben Amorim y con las cosas claras. No necesitaban el balón, pero sí las transiciones ofensivas y el balón parado para dañar a un Tottenham que carece de muchísima calidad creativa en el medio.
Es Harry Kane el único hombre capaz de generar peligro a los espacios, pero no corriéndolos, poniendo los pases. El delantero debería estar arriba, pero se pierde en la zona del medio y los tres cuartos y el Sporting, cómodo sin amenazas permanentes, robó rápido y salió a la carrera, lo que mejor hace.
El cruel destino quiso, además, que el que iniciara la arrancada fuera un hombre que pasó cuatro temporadas en la cantera del Tottenham. Marcus Edwards, tras una pared en el medio, se marchó en velocidad en el círculo central y llegó a treinta metros del área. Disparó, raso y cruzado, y la pelota pasó junto al palo de un Hugo Lloris que cometió dos errores el finde y que esta vez también pudo hacer más.
Lo poco peligroso del Tottenham en la primera parte lo generó Heung-min Son, bien frenado por Adán en portería, pero pudo dar un último susto el Sporting antes del descanso cuando Sebastian Coates metió el balón en la red, pero con la mano, en una torpe simulación de la mano de Dios. Un intento comprensible en los 80, pero no en esta época con VAR.
Con 0-1 y enfado en la grada, al Tottenham le tocó el asedio, pero les costaba un mundo. Con Kane cubierto por dos jugadores, Moura solo contra todos y Son impreciso, las opciones ofensivas de los 'Spurs' eran escasas.
Bolas a Kane y Son esperando el milagro, centros sin opciones, y disparos, como uno de Matt Doherty desde dentro del área, sacando lo mejor de un Adán excelso.
El portero español cuajó una espectacular actuación europea, atrapando cada centro, repeliendo cada disparo hacia su portería, hasta que, a diez minutos del final, pudo hacer más en un córner de Perisic en el que Bentancur le ganó la partida para empatar.
Antes, pudo matar el Sporting a la contra, pero Lloris primero sacó un mano a mano a Flavio Nazinho y luego el joven portugués erró un rebote, a puerta vacía, incomprensible.
Amorim no se lo podía creer. Había tenido los tres puntos en la mano y ahora tocaba sufrir.
Diez minutos por delante en los que Eric Dier, con dos cabezazos, Son, Kane, Bryan Gil lo intentaron todo; sin premio hasta que Kane cazó una segunda jugada dentro del área y convirtió el 2-1.
Alegría inimaginable en el norte de Londres, pero que duró apenas 30 segundos. Makkelie avisó de que había revisión y, tras tirar líneas y una tensa espera, dijo que había fuera de juego. Conte terminó expulsado y el público enfadadísimo, pero el Tottenham solo consiguió un punto.
Los londinenses son primeros del Grupo D, con ocho puntos, uno más que el Sporting y el Eintracht de Fráncfort y dos más que el Olympique de Marsella.