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Lejísimos aún del liderato de la clasificación, centrado hoy en día en la Premier League en subir posiciones para alcanzar al menos las plazas de la Liga de Campeones, ahora a cuatro puntos, el Liverpool resurgió justo antes del parón mundialista, dirigido por el uruguayo Darwin Núñez, doble goleador reivindicativo en el primer tiempo para doblegar al Southampton (3-1) y relanzarse hacia Qatar 2022, y protegido por el portero brasileño Alisson, que retuvo la victoria con tres paradas cruciales.

La duda hasta ahora permanente que persigue a Darwin, que mide cada partido, cada lance, cada gol, por la inversión multimillonaria del verano que hizo el equipo de Jurgen Klopp para traerlo del Benfica hasta Anfield, cada vez es menor, porque no hay mejor respuesta contra todo en un delantero como él que los goles, nueve en los 18 partidos oficiales de este curso, pero, sobre todo, siete en la secuencia de sus diez duelos más recientes. Va hacia arriba.

Desde su remate, pero también desde su movilidad, su participación y su determinación, solventó el Liverpool un duelo que empezó comprometido, en esa montaña rusa en la que se mueve el conjunto 'red' en esta temporada, hasta el punto de que sólo ha sumado todavía 22 de los 42 puntos por los que ha competido; capaz de ponerse por delante a toda velocidad, con el cabezazo de Firmino -éste ausente del próximo Mundial- a centro de Andy Robertson. El testarazo, más una prolongación que un remate, terminó en el 1-0. Minuto 6.

En poco más de dos minutos y medio, el Southampton ya lo había empatado. En otra acción similar, en un centro de Ward Prowse, en una falta lejana colgada al área, que remachó con la cabeza Che Adams, entre el fenomenal pase de su compañero, su astucia para quedarse solo y la indefinición del portero Alisson, que ni salió del todo ni aguardó al remate rival.

Y, entonces, empezó la reacción incontestable de Darwin Núñez, que propuso a Mohamed Salah para el 2-1 casi de inmediato, pero el portero Bazunu se lanzó salvador para parar mucho más de lo que no había parado antes en el gol de Firmino, y que no perdonó después, en el minuto 22, cuando transformó el estupendo pase aéreo de Harvey Elliot en el inicio de la victoria, de primeras, con la izquierda, cruzada y lejos del alcance del guardameta.

Después, el uruguayo dio un taconazo perfecto para habilitar a Firmino ante el cancerbero, esta vez sin tino del brasileño, de nuevo con una magnífica intervención de Bazunu, y sentenció el encuentro antes del descanso, cuando se lanzó al suelo para remachar otro envío de Andy Robertson, con una eficacia máxima del delantero charrúa, que vislumbra el Mundial en su mejor momento de la temporada para jugarse una de las dos plazas en el ataque de su selección y Diego Alonso con dos grandes como Luis Suárez y Edinson Cavani.

Tal ventaja desconectó un rato al Liverpool, que empezó el segundo tiempo como si todo estuviera hecho, como su no hiciera falta apenas nada más; una concesión impropia en otros tiempos del conjunto 'red', que entonces recurrió a las paradas de Alisson para conservar la tranquilidad de los dos goles de diferencia. Fueron tres intervenciones fenomenales, a la altura de uno de los mejores porteros del mundo, ante Elyounoussi, Edozie y Che Adams para retener un triunfo esencial. El Southampton sigue en descenso.