Ante la llegada de 1,5 millones de visitantes, en un país de 3 millones de habitantes, la seguridad es una de las prioridades de los organizadores de Qatar 2022, por lo que desarrollaron un centro de control desde el que vigilarán los ocho estadios del torneo mediante 15.000 cámaras y la inteligencia artificial.
Por primera vez en la historia del Mundial de fútbol, la mayoría de los estadios se encuentran en un radio de apenas 70 kilómetros de distancia, dentro de la ciudad de Doha, donde también se concentrarán todos los hinchas que acudan a la cita.
Así pues, el gobierno catarí decidió diseñar el ‘Aspire Command and Control Centre’, una moderna sala de control donde gestionará, al mismo tiempo y de forma remota, todos los recintos de la Copa del Mundo, tanto en el interior como sus zonas exteriores, gracias a la medición exhaustiva de cada parámetro y a un sistema de digitalización que genera una réplica virtual de la infraestructura.
El director del Command and Control Centre, Hamad Ahmed al-Mohannadi, explicó a EFE que es 'la primera vez' que para un evento deportivo se aplica un sistema que tradicionalmente se usa 'en centros de seguridad o relacionados con actividades militares'.
PLATAFORMA ÚNICA.
Los diferentes sistemas instalados están unificados en una misma plataforma que gestiona toda la información que reciben en tiempo real y la muestra en pantallas gigantes que son analizadas por más de 80 trabajadores 'las 24 horas del día durante los siete días de la semana'.
Precisamente, sobre el equipo de trabajo, Ahmed al-Mohannadi comentó que reciben entrenamiento especializado desde hace casi tres años para ser capaces de gestionar todas las variables bajo situaciones de estrés.
Al centro de control llegan notificaciones de incidentes cuando algunos parámetros como la temperatura, presión o espacio salen de los valores que configuraron como 'funcionamiento adecuado'. De esta forma, activan los procedimientos necesarios para rectificar los problemas si se trata de un incidente menor o, si es uno más importante, están conectados con los servicios de emergencia para que se produzca la intervención inmediata; los cuerpos y fuerzas de seguridad de Catar estarán apoyados sobre el terreno por sus homólogos de países como Turquía, Reino Unido, Italia o Pakistán.
Por ejemplo, desde allí controlarán las aglomeraciones en los accesos, ya que han medido la cantidad de gente que debe entrar por cada puerta del estadio en cada momento y con las cámaras de seguridad y las estadísticas sabrán si los espectadores ya han pasado o cuántos deben hacerlo todavía.
LA HAYYA CARD.
En este sentido el jefe de Operaciones del Estadio Al Janoub, William Morales, destacó que el nivel de resolución de las cámaras será muy elevado, lo que permitirá reconocer con nitidez las caras de los aficionados desde una larga distancia, así como los espacios de la infraestructura.
Morales advirtió de que será necesario tener encendido el ‘bluetooth’ en el dispositivo móvil para mostrar la Hayya Card, la documentación de aficionado imprescindible para acceder y moverse por el país, ya que solo se concederá a aquellos que dispongan de alojamiento y entradas para algún partido.
Respecto a este punto, sobre el límite entre seguridad y respeto a la privacidad individual, el jefe de Tecnología del Command and Control Centre, Niyas Abdulrahiman, aseguró que el desarrollo y la aplicación tecnológica son 'cruciales' para sus operaciones, pero el objetivo es que todo 'funcione de la forma correcta sin interferir en los aficionados'.
Por último, ante la posibilidad de recibir ciberataques que alteren el funcionamiento del sistema, Abdulrahiman se mostró tranquilo con el protocolo ideado para ello, desde su punto de vista, han elegido 'correctamente' las herramientas, los sistemas y las personas adecuadas para completar un equipo experto en la materia. 'Queremos tratar de reducir los riesgos contra estas amenazas'.