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'Haremos todo lo posible para ganar el Mundial. Tenemos mucha ambición. Si estamos en nuestro mejor momento será muy difícil vencernos', avisó ayer Rubén Neves, centrocampista de Portugal y del Wolwerhampton, también preguntado por Cristiano Ronaldo, en el centro de todo en las primeras horas del equipo en Qatar y del que señaló que está en un estado de 'forma espectacular'.

A sus 37 años, sin el recorrido ni el volumen de minutos de otras temporadas, sin los goles ni el protagonismo que siempre acaparó en sus entrenadores y en sus equipos desde que salió de Lisboa para jugar en su primera etapa en el United, entre el desencuentro que mantiene latente —hoy ya visible y evidente— con Erik Ten Hag, la duda sobre cuál será el rendimiento de Cristiano en el quinto —y último— Mundial de su carrera surca el ambiente rumbo al primer choque contra Ghana.

'Por lo que he visto en los entrenamientos, Cristiano está en una forma espectacular. El colectivo tiene que trabajar muy bien para que sobresalgan las individualidades. Y con Cristiano no es diferente', expresó Neves.

Reincorporado el sábado a los entrenamientos, restablecido del cuadro digestivo que lo apartó del choque contra Nigeria, al que goleó por 4-0, y disponible para el debut del jueves, los efectos de las declaraciones del astro luso contra el Manchester United y el impacto que pueda tener en la concentración de su selección también son una cuestión recurrente, sobre todo por el televisado gesto de Bruno Fernandes cuando lo saludó en el vestuario, aún en la concentración en Portugal.

'No hay ninguna controversia en nuestro vestuario. Todo está hablado. Estamos cien por cien concentrados en el Mundial y hay un ambiente espectacular', insistió el centrocampista del Wolwerhampton, como ya lo había hecho el mismo sábado Bernardo Silva, para concentrarse en el terreno de juego y en la Copa del Mundo, más allá del nombre de Cristiano Ronaldo, la estrella indudable de Portugal. Su mejor goleador de la historia.

Ni siquiera su temporada menos productiva desde prácticamente que era juvenil, cuando daba sus primeros pasos en el United con tan solo 19 años, reduce la dimensión del atacante, que solo ha disputado como titular un 47 por ciento de los encuentros con su club, relegado al banquillo en once de los 21 choques, con tan solo tres goles en los 16 duelos que tuvo minutos, con una eficacia baja de un tanto cada cinco encuentros, cuando a lo largo de toda su trayectoria es de un gol cada 1,39 partidos.

La diferencia es sustancial. Sólo ha marcado tres goles en sus 18 partidos, entre su club y la selección, de la actual campaña, cuando asoma el Mundial, al que mira la selección de Portugal con toda la ambición.