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El meta Dominik Livakovic dirigió a Croacia a los cuartos de final de Qatar 2022, decisivo en el lanzamiento de penaltis, y frustró el encuentro con la historia de Japón, de nuevo estancada en los octavos de un Mundial.

Luka Modric y compañía se ampararon en la inspiración del portero del Dinamo Zagreb para seguir en el torneo. Livakovic detuvo tres lanzamientos a los nipones. Entre ellos los dos primeros, ejecutados por Takumi Minamino y Kaoru Mitoma, que marcaron el devenir de la serie.

Los penaltis, esos que tanta gloria han dado a Croacia en los grandes torneos, alimentaron su heroica leyenda al propiciarle el acceso también en Qatar 2022 a los cuartos de final, donde tendrá como rival al ganador del duelo entre Brasil y Corea del Sur.

Desde los once metros fue la única manera en la que el subcampeón del mundo obligó a doblar la rodilla a Japón, que se marcha del Mundial con una buena imagen, una hoja de servicios llena de méritos pero sin poder hacer historia. Sigue sin superar la barrera de los octavos de final, su techo en un evento como este.

Pero la selección de Croacia es una maestra en situaciones límite, en resistencia. Y suele encontrar premio. Desde la Eurocopa de 2008 siempre que el combinado balcánico ha superado una eliminatoria en los grandes torneos lo ha hecho por penaltis. La racha se mantuvo también en Al Wakrah, escenario del enfrentamiento. Después de sobrevivir en la prórroga sin Luka Modric y sin Mateo Kovacic, a los que Dalic reemplazó para dar frescura a su centro del campo.