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Omnipresente en cada victoria de Argentina y en la reacción a la derrota contra Arabia Saudí que lo ha propulsado hasta las semifinales del Mundial 2022, Lionel Messi agranda este martes la dimensión del desafío contra Luka Modric y Croacia, un equipo total, cuya asombrosa resistencia, sus kilométricos recorridos y su fiable juego se oponen al futbolista más imponente del planeta en la ruta que se propone hacia el título al frente de la Albiceleste, que no conquista la copa planetaria desde Diego Armando Maradona y México 1986.

Cuando el árbitro italiano Daniele Orsato, en el foco tras las polémicas de algunos de los encuentros de cuartos de final, entre el tenso duelo contra Países Bajos que alcanzó los penaltis (pitado por Mateu Lahoz) o las insinuaciones de los portugueses Pepe o Bruno Fernandes de que el torneo está hecho para que lo venza Argentina (cuando los arbitró el argentino Facundo Tello ante Marruecos), marque el inicio del duelo ante los 88.966 espectadores que se aguardan en el estadio de Lusail, Messi igualará otro récord, como el jugador con más partidos en la historia del torneo junto al alemán Lothar Matthäus: 25.